“Nos gustaría continuar la obra de Jesucristo y llegar a aquellos que lo han abandonado”

El próximo sábado, 19 de septiembre, a las once de la mañana, en la Catedral de Cádiz, Rafael Galván, Richard Charles Martínez y Daniel Robledo serán ordenados presbíteros. Además, Guillermo Ibarra, del Seminario Misionero Redemptoris Mater será ordenado sacerdote el sábado 26 de septiembre en la Iglesia Mayor de San Fernando. Ambas, ceremonias estarán presididas por el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy.

A pocos días de este importante paso en sus vidas, hemos podido conversar con ellos sobre cómo se sienten y qué esperan de este nuevo reto que Dios pone en su camino.

Afloran los nervios, las ganas y la ilusión de que llegue por fin ese día tan esperado por todos. Reconocen que esa inquietud la van calmando con la ayuda de retiros y ejercicios espirituales que han realizado durante estos días. Al mismo tiempo se encuentran expectantes por lo que dictará Jesucristo a partir de ahora, y con una enorme responsabilidad por las almas que se acerquen a Cristo a través de ellos.

A excepción de Guillermo, que se ordenó diácono en el mes de julio, el resto han vivido un año, en las parroquias que se les asignaron, muy particular, sobre todo en la época del confinamiento. Coinciden en que ha sido un año muy bonito y cargado de experiencias, donde han podido integrarse perfectamente en los grupos parroquiales. Si bien es verdad, con la llegada de la pandemia, se han vivido momentos difíciles a la hora de atender a los fieles y la vida sacramental. Asimismo, la experiencia de los párrocos que han estado con ellos les ha servido de gran ayuda.

Por su parte, Guillermo Ibarra, reconoce que aunque ha pasado poco tiempo desde que se ordenara diácono le ha dado tiempo a asimilar el paso que va a dar, sobre todo por los nueve años de estudio que lleva en el seminario. Lo que no esperaba es que su ordenación sacerdotal llegara tan pronto.

En cuanto a lo que ahora les espera y lo que les lleva a dar este paso, Guillermo afirma que le mueve “la misión”, sobre todo la de “darle un sentido a las vidas de aquellas personas que lo tienen todo y no son felices por haber abandonado a Jesucristo”. Daniel espera poder entregar y ser transmisor de esa felicidad que ha encontrado en Jesús. Por otro lado, Richard, después de un largo camino recorrido, cuidar y guiar el alma de los fieles. Por último, a Rafael le encantaría continuar con la obra de Jesucristo, anunciándole y transmitiendo su mensaje entre los fieles.