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viernes, 30 de junio de 2023

Ceuta acogió la edición de este año de la Vigilia de Espigas

 


Durante la noche del sábado 24 al domingo 25 de junio se celebró la tradicional Vigilia de las Espigas en la ermita de San Antonio de Padua, en las estribaciones de la cumbre del monte Hacho. Organizada por el Consejo diocesano de la Adoración Nocturna Española, contó con la presencia de las Secciones de Cádiz, San Fernando, San Roque, Barbate, y la anfitriona de Ceuta.

Con la tradicional procesión de Banderas desde la S.I. Catedral hasta el Santuario de Ntr.ª. Señora de África, dio comienzo esta Vigilia de Adoración y acción de Gracias, que continuó con el saludo del Presidente diocesano que recordaba, en palabras del Venerable D. Luis de Trelles (Fundador de la Obra) allá por el siglo XIX, que -“somos, por así decirlo, fundadores de esta devoción, por lo que como continuadores de ella debemos ser modelos y propagadores de esta santa ocupación, toda vez que está escrito que la oración fervorosa produce la generación de Santos y la conversión del mundo”-; siguiendo con el rezo solemne de Vísperas y la Santa Misa, que presidió el padre Francisco Jesús Fernández Alcedo, vicario general de la ciudad Autónoma y consiliario de la Sección de Ceuta, y concelebrada por D. Rafael Galván, D José Manuel González y los colaboradores de la Obra D. Valentín Vivar y D. Javier Ancízar venidos desde la península.

En su homilía, el padre Francisco Jesús, después de recordar su vinculación personal con la Adoración Nocturna, animó a los participantes a perseverar en la Adoración Eucarística, “como ésa lámpara del Sagrario que debe permanecer siempre encendida, y disfrutar de los beneficios que se desprenden del poder estar en íntima compañía con Jesús Sacramentado, porque permanece siempre con nosotros y no nos abandona. No nos cansemos nunca de acudir al Sagrario”.

Finalizada la Santa Misa, los participantes se trasladaron en autobús hasta la ermita de san Antonio, donde con gran devoción dieron comienzo los turnos de vela ante el Santísimo Sacramento que ocuparon toda la noche, y acompañados por numerosos miembros de la Cofradía; concluyendo con el rezo del Santo Rosario y la oración comunitaria de Laudes, que una vez finalizada, se formó en corporación para con S.D.M. trasladarse en procesión hasta el mirador desde donde se procedió a la Bendición de los campos y el mar.

Desde este lugar privilegiado en la cima del monte Hacho, despuntando el alba, el Rvdo. D. Francisco Jesús, impartió la Bendición Eucarística sobre la Ciudad, los campos y el mar de nuestra diócesis y sobre toda la actividad humana que, gracias a la Providencia, hace posible que de los “frutos del mar y de la tierra y del trabajo del hombre” podamos obtener lo necesario para nuestro sustento.

Culminaba así la Vigilia de las Espigas 2023 dando un sentido broche de oro a esta tradicional Vigilia, que había comenzado la noche anterior sobre las 21.30 horas y que no se celebraba en esta parte africana de España desde hacía más de cuatro décadas.

Fue una noche realmente santa, con Jesús Sacramentado como único centro de su vela; Haciendo nuestros sus anhelos y sufrimientos, y pidiendo la luz y la fuerza que nos ayuden a “no pasar nunca de largo ante el sufrimiento humano”.

Con el canto de la Salve y la despedida de D. Francisco Jesús de todos los asistentes, en la que se agradeció expresamente a los Hermanos mayores de las Cofradías de San Antonio y de la Virgen de África las esmeradas atenciones recibidas y, deseándoles un feliz regreso a casa, se puso rumbo a las poblaciones de destino después de degustar un espléndido desayuno ofrecido por nuestra Sección hermana.

miércoles, 28 de junio de 2023

CARLOS CUARTERONI FERNÁNDEZ “GADITANO DESCONOCIDO”

 


Monumento dedicado a Don Carlos en la isla de Labuán,  el cual fue sufragado en parte por la Corporación Municipal de Cádiz.

El próximo viernes 30 de junio,  viene una delegación de Malasia para visitar la ciudad natal de Cuarteroni.

Nuestro personaje nació en 1816, en la calle de la aduana (hasta hace poco Ramón de Carranza), junto al bar Pablito. En su casa natal existe una placa dedicada por nuestro ayuntamiento recordando su buen hacer en tierras de Filipinas y de Borneo.

Con trece años se embarca como ayudante de piloto y a los veinte ya mandaba los barcos que hacían la ruta Manila-Cádiz.

Contaba con 28 cuando encuentra, en un arrecife en el mar de la China, un barco cargado entero con plata. Por ello se hace inmensamente rico y abandona la marina mercante. Pero en lugar de darse la gran vida, como hombre de bien que era, se dedica rescatar a los filipinos cautivos por los piratas malayos.

Para completar su obra visita el Vaticano y obtiene del Papa Pío IX las ordenes sacerdotales y el nombramiento de Prefecto Apostólico (Obispo). Con ello obtiene el permiso para fundar misiones en el norte de Borneo. La fundación de las misiones, los barcos, los pagos de los rescates y el mantenimiento de los pueblos que va creando corre todo por su cuenta.

Entre los malayos, los ingleses, la poca ayuda recibida y pobre, después de 25 años haciendo el bien, regresa a Cádiz para morir.

Hoy en día es venerado en el norte de Borneo como el fundador de la diócesis de Kota Kinabalu.

De allí viene la delegación, antes mencionada, para recordar a su precursor. Estamos preparados para recibirlos.

¡SEAN BIENVENIDOS!

 José Mª Gutiérrez y equipo organizador.

PARA SABER MÁS:

Aquí el programa especial que hicimos para televisión:
✅ Importantes artículos de prensa sobre Carlos Cuarteroni:

El Centro de Orientación Familiar celebró su vigésimo quinto aniversario

 


El obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza, presidió esta celebración, durante la Eucaristía concelebrada, el pasado domingo, por el P. Guillermo Domínguez, y el P. Mario, en la Catedral de Cádiz. Una ceremonia de acción de gracias a Dios por tanto bien realizado en la prevención, formación y ayuda a las familias que están pasando por cualquier tipo de dificultad. Acción de gracias también por las personas que, durante todos estos años, han puesto su tiempo y los dones recibidos al servicio de la familia.

A continuación, se celebró un almuerzo compartido con los orientadores y colaboradores que a lo largo de estos 25 años han desarrollado su labor pastoral y asistencial en el COF. Mons. Zornoza entregó a cada uno de los colaboradores un diploma de agradecimiento y un pequeño libro prologado por él mismo, con la historia de los COF de Cádiz, de Chiclana y de La Línea de la Concepción, junto con testimonios tanto de los orientadores como de las acogedoras y colaboradores. Se trata de un pequeño detalle para un gran agradecimiento por toda la labor realizada.

El acto finalizó con unas palabras dirigidas por D. Rafael, resaltando la gran satisfacción por el pasado, contemplando el presente y mirando hacia el futuro, e invitó a todos a renovar este esfuerzo, con la gracia de Dios, para seguir en la misión que nos encomienda el Señor en el Centro de Orientación Familiar.

El Centro Diocesano de Orientación Familiar es un servicio especializado de atención integral a los problemas familiares en todas sus dimensiones. Se inspira y ejerce su actividad desde la antropología cristiana y la fidelidad al Magisterio de la Iglesia Católica. Consta de un equipo de profesionales de los distintos ámbitos que afectan al matrimonio y la familia dotados de competencia científica actualizada, de disponibilidad para el trabajo en equipo y para el método de orientación y consulta específico del COF.

Los Centros Diocesanos de Orientación Familiar son un servicio de la Delegación Episcopal para la Pastoral de la Familia y la Vida para la ayuda a las familias. Son un lugar donde cualquier persona, matrimonio o familia con problemas o dificultades, puede acudir para encontrar orientación y ayuda. El teléfono 676 03 78 32 está disponible para quien quiera ampliar información o si necesita pedir cita previa.


martes, 27 de junio de 2023

28 DE JUNIO-, ACTO ASAMBLEA POR LA VIDA

La asamblea por la vida apela a Europa por la imparcialidad jurídica y la defensa de del Estado de derecho
📆 Miércoles 28 de junio 🕛 12.30H 📍Patio de de Pontejos 3, Madrid ç
Contamos contigo, por favor inscríbete en el link siguiente:
 
Además, compartiendo el PDF y la imagen adjunta en vuestros grupos de whatsapp y reposteando en vuestros perfiles personales y de vuestras organizaciones la información que hemos lanzado a redes en 
 
 
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Celebrada la Cena Benéfica del Seminario San Bartolomé

 


Un numeroso grupo de asistentes, en torno al obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza, se dieron cita el pasado sábado 24 de junio en esta edición de la cena benéfica del Seminario Diocesano Conciliar San Bartolomé.

La cena, preparada por el propio personal del Seminario y servida por un equipo de voluntarios, fue una auténtica experiencia de alegría, unidad y convivencia. La finalidad de estas cenas es ayudar a recaudar fondos para el sostenimiento del Seminario Diocesano y la sensibilización para la oración de todo el pueblo cristiano por las vocaciones. El Seminario es totalmente deficitario, pues con los ingresos no se llega a cubrir ni un tercio de los gastos totales. La diócesis invierte muchísimos recursos en esta institución, pero teniendo presente que las cuentas de nuestra Iglesia son bastantes limitadas eso apenas permite llevar a cabo las necesarias obras de mejora y de mantenimiento que el hogar necesita.

Esta iniciativa es llevada a cabo por la generosa colaboración de muchos fieles de la diócesis. El rector del Seminario, el P. Ricardo Jiménez, agradece, de forma muy especial, al equipo de organización de la cena.


domingo, 25 de junio de 2023

Séptimo aniversario de María Inés 2016-2023. Por el P. Manuel Morales


    “Hagamos el elogio de las personas de bien… Hay quienes no dejaron recuerdo, y acabaron al acabar su vida, fueron como si no hubieran sido… No así las personas de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia… Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará” (Eclesiástico, 44, 9-13).

El año pasado, sexto aniversario de la partida de Sor María Inés, recordábamos la afirmación llena de cariño y admiración del obispo emérito de Huelva, Don Ignacio: “Padre Manolo, no olvide que tiene usted una hermana santa; no lo dice el Papa, pero lo digo yo que soy obispo”.

Este año recordamos lo que escribe otro obispo, este de la familia, agustino, Nicolás Castellanos: “Me quedo enamorado de María Inés por ser tan radicalmente divina y tan entrañablemente humana. María Inés, como Teresa de Lisieux, nos tira rosas desde el cielo. No puedo menos de agradecer al Señor el DON que ha sido María Inés en la tierra y ahora en el cielo. Nos sentimos alentados por su testimonio y presencia, al vernos tan pequeños e insignificantes”.

Para celebrar el séptimo aniversario de María Inés (27 de junio), nos asomamos hoy a uno de los puntos más sensibles de su corazón y su personalidad: el amor de Madre, la Virgen, la fuente del amor, el Amor que es Dios, “Dios Amor”.

1.- Dos poemas de María Inés lo dicen casi todo:

“Canta al Amor”

“Jesús, quiero pasar la vida amando

Mi cara sonriente debe decir a los demás, a todos los que me rodean, que ¡existe algo maravilloso…! capaz de crear esperanza, de hacer brotar la alegría y surgir el gozo… de pasar la vida cantando al “Amor”.

Cantar. Cuando el dolor se hace presente; cantar cuando la oscuridad se hace noche, cantar al atardecer, al ocaso, cantar, cuando a tu alrededor no entiendas lo que sucede…

Cantar, cuando el desaliento acampe en tu alma, cantar cuando no comprendas nada (y tal vez a alguien). Sí, cantar, cantar…

Cuando amanece, cuando aparece el sol, cuando brillan las estrellas, cuando la luna se hace presente y aclara la noche, cuando la gente comparte tu cantar, escucha tu alegría, se hace eco de tu voz, exulta con tu gozo… y te pide también cantar….

¿Pero qué cantas, pequeño corazón? Pequeño corazón ¿qué cantas? ¿Cómo puede oírse tu melodía si es tan pequeña tu flauta?

Pequeña, sí, muy pequeña, pero hay Alguien que pone los dedos sobre ella y agranda el sonido…y el viento lo lleva adonde quiere…

Sí, porque sale de un corazón pequeño, débil, pero lleno, rebosante de amor a su Dueño… No te canses… “Canta al Amor” ...Y deja que los demás te pregunten: ¿Pero qué cantas? ¿Adónde van tus melodías, que el viento no cesa pregonar? Respóndeme: ¿Qué cantas?

Mi canto es la “Vida”, mi canto es el “Amor”, mi canto es la “Esperanza”, mi canto es la “Alegría”, mi canto es “Fuego”. ¿Qué más quieres? ¿No comprendes? Mi canto es Él... Él es quien canta en mi corazón. Es Él, es Dios, ¡DIOS!”

El otro poema se titula: “Madre”

“Soñé, había soñado encontrar la belleza.

La busqué entre las flores. Sí, la margarita era sencilla; la amapola, alegre; la violeta, humilde… Pero algo me faltaba. Tenía que seguir buscando. No me cansé, seguí, seguí en mi empeño.

Me lancé por los caminos, subí montañas, en una de ellas me encontré con una cascada que a borbotones derrochaba agua clara, transparente. Sí, sentí alegría; seguí su recorrido y vi que iba a parar a un riachuelo que mecía sus aguas tranquilas. ¿Qué sentí ahora? Paz, una paz profunda, inmensa.

Mas todavía no estaba satisfecha. Me senté al borde del camino y me quedé dormida por el cansancio. Una alondra me despertó con su canto, no dejaba de cantar; su Voz se me antojaba una plegaria; su melodía, una alabanza. ¡Qué suavidad embargaba mi alma!

Pero no, no, no era eso todo, quedaba algo aún por descubrir. Cuando hubo ya amanecido del todo, me encontré que en el cielo había aparecido el sol: fulgurante, esplendoroso… las estrellas silenciosas se habían retirado para dejarle paso… ¡Era tan majestuoso! Enseguida empecé a notar su calor, que penetraba por todas las fibras de mi ser. En ese momento hubiera querido ser un rayo, para peguntarle al oído si sabía algo de lo que buscaba… ¡Estaba tan cerca del cielo! Pero no lo hice, seguí esperando.

Apoyé mi cabeza sobre un árbol y miré de nuevo el camino. De repente, apareció un peregrino. Iba descalzo. Era anciano. En sus ojos cansados se leía la serenidad. Me miró, y, entre sus arrugas, se dibujó una sonrisa. Me impresionó, pero no me atreví a preguntarle nada.

Por fin, me decidí a seguir caminando. Llegué a un pueblecito pequeño. Lo primero que vi fue unas campanas en una torrecilla que presidía desde lo alto a todos sus habitantes. Era gente sencilla, campesinos, la mayoría. Estaba casi desierto. Un muñeco de trapo al que faltaban las piernas, al borde de una acera. Más allá, un abuelo tomando el sol. Y, en una de las puertas de la plaza, una señora que tarareaba una canción con un niño entre sus brazos. Lo estrechaba contra su corazón. Me estremecí por dentro. El corazón latía con más fuerza. “¿Quién?”, le pregunté. - “Soy su Madre” ….

 ¡“MADRE”! Había dado con la palabra mágica de todos mis sueños: “MADRE”. Encontré la belleza. Sí, la belleza es el Amor. Lo pronuncié muy despacio: MA-DRE. ¡Qué dulce sonido! MADRE: energía, donación, dulzura, serenidad, sencillez, alegría… ¿No era eso todo lo que había encontrado anteriormente? Sí, pero ahora todo estaba reflejado en una palabra: “MADRE”. ¡Había encontrado el amor! ¿Qué podía ahora faltarme?

Y Ella fue la primera que me lo enseñó; de sus labios aprendí entre balbuceos: No, todavía no soy el amor. Soy una participación del TODO. El amor es Dios, “Dios es Amor”.

 

2.- Su amor a María era lo que más le emocionaba

Como escribe una connovicia suya, “desde pequeña, María Inés, cuando fue consciente del valor tan inmenso del amor de una madre, eligió a María como madre, no sólo del cielo sino también de la tierra. A Ella recurría continuamente, tanto en el gozo como en el dolor. Era su apoyo, su refugio, su fortaleza…Ha sabido mantener a lo largo de toda su vida esa relación tan bonita que no solo la vivió para sí, sino que la compartió con quienes vivíamos cerca de ella…. Su vida fue reflejo de lo que su corazón anhelaba: pureza y transparencia:  ser como María para que los que compartíamos su vida pudiéramos verla reflejada en ella. ¡Y qué bien ha sabido hacerlo! ¡Cuánto dolor en silencio! Sin quejas, sin rebeldías, siempre amando y aceptando lo que Dios le mandaba cada día. Para los que la visitaban, siempre había una sonrisa”.

Y una íntima amiga de la adolescencia: “Su amor a María era lo que más la emocionaba. Era su mamá querida y se acogía en sus brazos siempre. Cantaba con todas sus fuerzas y todo su corazón aquello de “Quiero madre en tus brazos queridos/como niño pequeño dormir…”. Si la mirabas, estaba distinta. Estaba en otro lugar. Cuando cantábamos esta canción ella era otra. No lo sé explicar. La Salve Regina…. Todo lo relacionado con la Virgen era lo que más feliz la hacía”.

Cuando María Inés pensaba en la Virgen, le brotaba la vena poética:

“Eres la Madre por excelencia, el modelo de la maternidad y, por tanto, del amor… Déjame hoy que te diga mil locuras: Tú eres la estrella en mi camino, la brisa en mis horas de fuego, el aliento de mi vida cuando parece que desfallezco. Eres la nieve que blanquea mi alma, la flor perfumada que, exhalando tu pureza, me embriagas y me haces remontar más allá de mis torpezas. Eres la victoria de todas mis luchas, la respuesta a mis dudas, el consuelo de mis horas tristes, el anhelo de mi corazón cuando parece que todo va a perderse, el agua clara que limpia mi alma y me habla de tu transparencia…, mi luz en la noche. Eres la fuerza en mi flaqueza, eres la Virgen por excelencia, la Inmaculada, la amable, prudente, sencilla, la fiel, la causa de nuestra alegría… Eres ¿qué más? ERES LA MADRE. ¿Y qué más se puede decir que este dulce nombre? (De su Diario íntimo, 8 de septiembre 1985. Natividad de Nuestra Señora).

3.- “En mi colegio y delante de una imagen de la Virgen...”

De su descubrimiento de Dios Amor y su consagración a la Virgen Madre escribió la propia María Inés en el testimonio que envió, -enero de 1992-, a los jóvenes de Portugal reunidos en retiro:

“Los Padres Agustinos de Portugal me han pedido que os cuente mi experiencia. No me importa hacerlo; pero yo más bien diría que tendría que ser Jesús, el que la cuente en mí, ya que Él se ha encargado desde siempre de escribir, borrar, tachar y plasmar lo que le ha parecido, siendo - aun a pesar mío muchas veces-, el protagonista de mi vida.

Desde pequeña, gracias a la presencia de mi padre, aprendí una única realidad que quedó profundamente grabada en mi alma: "Dios es el jefe, el que manda, el único que sabe, aunque no lo entendamos, lo que nos conviene a cada cual". (Son palabras textuales de mi padre).

Por eso, cuando fui consciente de mi primera realidad dolorosa, la falta de mi madre, que yo había perdido a los dos meses, no me pasó por la cabeza ni por lo más remoto, quejarme de mi "suerte". Sólo lloraba y sufría en silencio.

Pero fue precisamente en mi colegio y delante de una imagen de la Virgen donde me di cuenta de que no estaba sola, que yo también tenía una madre. Era Ella, María; y recuerdo que, con toda mi ingenuidad de niña, cogí una plumilla y con la sangre de mis venas (un pinchazo de alfiler) le escribí a María con toda la seriedad de que fui capaz, una carta de hija. En ella le pedía lo que más deseaba en esos momentos: que me diera un corazón limpio y que pudiera algún día ser toda de Jesús; me refería a consagrarme a Él, concretamente a ser agustina. Se conoce que me escuchó y que San Agustín no se desdeñó de tomarme por hija; me siento orgullosa por ello.

Entonces ¿qué es lo que el Señor ha ido haciendo conmigo? Lo decía al principio. Encontrándome demasiado débil, demasiado pequeña para poder gobernar el timón de mi vida, se encargó Él de tomar mi barca entre sus manos y hacerse el dueño de ella.

Me ha llevado por donde ha querido, pero no precisamente por parajes de rosas; el dolor se ha hecho presente en todas las etapas de mi vida. Yo lo aceptaba: venía de Él, y era su voluntad.

Pero algo de repente hizo cambiar mi suerte. Mi padre fue a Fátima, y allí recibió una gracia de la Virgen que él consideró siempre como el mayor tesoro de su vida. Se volvió jovial, alegre; su corazón se hizo transparente como el de un niño. A mí me comunicó esta gracia, y me hizo participar de ella. Y yo también cambié.

Dios Amor, se convirtió en el Único Ideal de mi vida. Ya no le veía sólo como el Dueño, como el jefe, como el que manda, sino que además era mi amigo, mi mejor y más íntimo amigo. Y le encontraba más cercano a mí que yo a mí misma, le veía en todas partes, dentro y fuera de mi corazón, en las personas que vivían conmigo y lejos de mí, en la calle, en tiendas y en las plazas y, muchas veces, me sorprendía, con ganas de gritarle por todas los tejados y rincones. Fue una explosión de gozo que estalló en mi corazón, y que yo no había experimentado hasta entonces. Todo me gritaba su amor... y yo me repetía muchas veces a manera de cantinela: "He conocido el Amor de Dios y he creído en El".

Este amor de María Inés a la Virgen, reflejo del Amor, en los últimos años, se fue plasmando sensiblemente en una imagen y un lugar: Fátima. En su celda de Huelva, donde, encamada, pasó tantos años de su enfermedad, el reloj de pared, cantaba las horas con la sintonía del Ave de Fátima.

Era su sueño poder viajar algún día a aquel Santuario. “Querida Madre: Me encantaría poder ir algún día a verte allí, a Fátima, donde tantos favores has hecho a los “míos”. Y me gustaría poder hablarte en ese Santuario para abrirte mi alma con todo lo que hay en ella… Tú lo sabes todo; yo no entiendo nada. Pero basta con que tú me ayudes a cumplir la Voluntad de tu Hijo Jesús. Yo no quiero pedirte nada para mí. Solo deseo una cosa: Que me regales cada día TU PAZ y que me enseñes a AMAR. No te pido que me pongas buena, sino que me hagas “buena”, humilde, sencilla y alegre.

 ¡Y el sueño de María Inés se cumplió! Esta fue la crónica:

4.- Un viaje inolvidable.  

El fin de semana 6-8 de noviembre de 2009 sor María Inés viajaba a Fátima acompañada de tres hermanas agustinas de su comunidad de Huelva y nosotros, sus tres hermanos de sangre. Ella, con hábito blanco, como una novicia feliz, con sus dos “monjas de la guarda” iba en un triunfal coche-cama familiar, conducido por un matrimonio entrañable, fiel amigo y bienhechor de las monjas, y la compañía y la fiesta de sus dos hijos pequeños. El resto de la comitiva viajaba detrás. ¡O delante, porque de todo hubo!

“Habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído hacia mí” (Ex 19,4). Lo vimos, sí Señor. No fue un viaje, fue un vuelo. Para tomar tierra en un mundo donde el silencio habla fuertemente de Dios y la presencia de la Madre del Cielo es sensible, manifiesta, palpable. ¡Cuánta paz! ¡Cuánta fe! ¡Cuánto bienestar interior! ¡Qué clima tan sencillo de oración y penitencia! ¡Cuánta inocencia en los niños que, en la basílica, postrados ante el Santísimo como enseñó el ángel de Portugal, “creen, adoran, esperan y aman por los que no creen, no adoran, no esperan y no aman”!

Todos pendientes de sor María Inés, a quien ni el frío ni el viento ni la lluvia conseguían arredrar. ¡Menudas son las monjas para estas cosas! Los hermanos nos encargábamos de la silla de ruedas y marcábamos los trayectos. Y cuando el dolorcillo asomaba, la camilla iba detrás. Todo a pedir de boca. A media mañana ya estábamos plantados a los mismos pies de la Virgen. ¡Y, además, dentro, en el recinto más íntimo de la Capilla de las Apariciones, donde sólo se entra para caminar de rodillas y cumplir promesas! Allí nos quedamos tiempo y tiempo, en silencio. María Inés llevaba tantos “encargos”, que optó por concentrarlo todo en un rosario. Algunas señoras que pasaban arrodilladas, al verla en su camilla, le besaban la mano. ¡Cómo son de buenas esas gentes de Portugal!

Las dos comunidades agustinas de Huelva y Talavera nos acompañaban por Internet. El Santuario de Fátima está siempre conectado. ¡Y conectado el Santuario, conectadas todas ellas! Es una de las cosas que más me han emocionado siempre: la honda fraternidad de las Hermanas, la fuerza del amor sobrenatural, también en la distancia. Y creo que fue lo que más alegró también el corazón de la Virgen: ver fortalecida entre nosotros, entre las Hermanas, la presencia viva de su Hijo. En la misa de la tarde Él, Jesús, ofreciéndose, volvió a confiar su Madre a cada uno: “¡Ahí tienes a tu Madre!”. 

El mensaje de la Madre de Fátima cae siempre como un rocío que empapa el alma hasta los tuétanos, y convierte. Y ante la pregunta tan humana sobre el sentido del dolor (¿cómo no pensarla sabiendo el sufrimiento de María Inés?), la Virgen nos habló, como a los pastorcillos, del pecado de los hombres, de la conversión y los desagravios. “Los limpios de corazón verán a Dios”, reza el frontispicio de la explanada. Ahí Dios purifica la mirada del corazón, y eleva. Y sólo desde esta elevación se ve y se trabaja por la salvación del mundo. Las benditas monjas viajaron hasta Los Valinhos, y María Inés se sentó en la cama donde murió el pastorcillo Francisco. ¡No hay quien sujete a estas Hermanas! Misa de despedida ante el icono del Corazón Inmaculado de María.

¿Y la llegada a Huelva? Faltó sólo la TVE. ¡Aplausos de fiesta a las 11 de la noche en la puerta del convento! La comunidad en pleno recibiendo a los peregrinos. María Inés era otra persona. Está claro. La fuerza de Fátima es un punto de apoyo desde donde se puede mover el mundo. Ya lo dijo Arquímedes.

Hoy, con el corazón de María Inés, abrazamos a nuestras Hermanas Agustinas de las dos comunidades, Talavera y Huelva, y nos encomendamos a sus oraciones y sus bendiciones.

Amamos, admiramos y agradecemos en ellas su retiro y su silencio, el testimonio de su vida en común, su trabajo y su apostolado, sus colegios, sobre todo, sus colegiales, las familias, esa multitud de niños y niñas que reciben cada día el cariño, los desvelos, el ejemplo, la educación y la sabiduría de sus “maestras”.

“Estoy convencida, escribía la maestrilla María Inés, de que los niños, -y, por tanto, también quienes nos hagamos como ellos-, son los que mejor entienden el lenguaje del amor. Ellos no miran nada, ni analizan nada, sólo se lanzan al vacío y se dejan llevar…”

Gracias, María Inés.



PRESENTACIÓN Y COLOQUIO - NUEVO MASTER EN MATRIMONIO Y FAMILIA / MARTES 27 de JUNIO A LAS 18.30H (Habrá conexión ONLINE)


 


Por ZOOM: https://fusp-ceu.zoom.us/j/85110865284 y Clave de acceso: 528028

No es necesario inscribirse para la presentación del máster.


Desde el  Secretariado de Familia y Vida,  por el interés del acto  y la formación en temas de Familia y Vida  que se  propone  os invitamos a acompañarnos el próximo martes 27 de junio  a las 18.30h  en  la presentación del nuevo Máster en Matrimonio y Familia.


Nos acompañará Monseñor Iceta, quien ha sido gran impulsor del Máster que se lleva a cabo en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria y la Facultad de Teología de Burgos.

 

También habrá conexión ONLINE


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sábado, 24 de junio de 2023

Los Obispos del Sur de España publican una nueva Carta Pastoral sobre la Piedad Popular

 


Junto a los tres fines clásicos de las Hermandades (formación, culto y acción caritativa) los Obispos presentan un cuarto fin: el servicio a la nueva evangelización

Coincidiendo con los días en los que se cumple el treinta aniversario del cuarto viaje apostólico de San Juan Pablo II a España, realizado del 12 al 17 de junio de 1993, los Obispos del Sur de España han publicado la Carta pastoral María Estrella de la EvangelizaciónLa fuerza evangelizadora de la Piedad popularRecuperan algunas de las enseñanzas que el Santo Padre nos dejó, que son estímulo para el tiempo presente y que manifiestan la fuerza evangelizadora que tiene la piedad popular. En aquel viaje apostólico, el Papa San Juan Pablo II visitó Sevilla para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional, y Huelva, donde visitó el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta y el Monasterio de la Rábida y, como romero, peregrinó al santuario de Nuestra Señora del Rocío.

En esos lugares marianos, San Juan Pablo II llamó a María Santísima “Estrella de la Evangelización” y reclamó una nueva evangelización, frente al secularismo y la descristianización que iban creciendo en la sociedad. Pasados treinta años, los Obispos constatan que esos fenómenos de secularismo y descristianización afectan también gravemente a realidades y expresiones vinculadas a la Piedad popular. Por ello, con esta Carta pastoral, quieren de nuevo volver la mirada al hermoso patrimonio eclesial de la Piedad popular a fin de ofrecer orientaciones que ayuden a mostrar su fuerza evangelizadora y favorezcan su purificación, siempre necesaria”.

Comienza la Carta pastoral presentando cómo se integra la Piedad popular en la vida del cristiano, que cree, celebra, se compromete y ora desde la fe en Jesucristo y en comunión con la Iglesia.

La Piedad popular, cuando es genuina, tiene como fuente la fe, vivida con autenticidad y coherencia: carece de sentido profesar con los labios el Credo y vivir de manera contraría a la fe y moral de la Iglesia.

Los Obispos también recuerdan la importancia de la Liturgia, como la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia. Así, se debe dar preeminencia a la participación en la Misa dominical, al sacramento de la Penitencia, a la oración litúrgica y al año litúrgico sobre cualquier manifestación devocional. Igualmente, es importante, dicen, que las prácticas devocionales no alteren las celebraciones litúrgicas.

Recuerdan los Obispos en su Carta que el compromiso nacido de la caridad es constitutivo de la vida cristiana y que la promoción de la justicia, la preocupación por los más necesitados o la defensa de la dignidad humana no son tareas opcionales para el seguidor de Jesucristo. Así, una vida de fe que no se traduzca en obras concretas de caridad no es auténtica. La Piedad popular se presenta como escuela de compromiso cristiano.

También la oración es constitutiva del cristiano y, por tanto, lo ha de ser en la Piedad popular, que nace de la oración y conduce a ella. Así, las Hermandades están llamadas a ser talleres de santidad.

En la segunda parte de su Carta pastoral, los Obispos recuerdan cómo en la última visita ad limina de los Obispos españoles celebrada en enero de 2022, durante el encuentro con los Obispos de Andalucía, Extremadura, Murcia e Islas Canarias, el Papa Francisco les pidió expresamente estar cerca de las Hermandades y Cofradías, reconociendo su aportación importantísima a la Piedad popular. Atendiendo a esa llamada, los Obispos recorren los rasgos de la identidad católica de las Hermandades y su contribución específica a la evangelización.

Tanto San Juan Pablo II como Benedicto XVI han hablado de la importancia de la Piedad popular y de las Hermandades en la tarea de la nueva evangelización. Francisco, además, ha invitado a las Hermandades a celebrar el Jubileo de 2025, dejándose animar por el Espíritu Santo. Para ello, deben recorrer el camino de la “evangelicidad”, es decir, caminar tras las huellas de Cristo, en la escucha cotidiana de la Palabra de Dios;  de la “eclesialidad”, entendida como caminar juntos, recuperado su sinodalidad y proponiendo proyectos comunitarios de formación, discernimiento y deliberación en contacto vivo con la Iglesia local, los obispos y las diócesis; y de la  “misionariedad”, o sea, caminar anunciando el Evangelio, testimoniando la fe y cuidando especialmente a quienes padecen las nuevas pobrezas de nuestro tiempo

Sobre la identidad católica de las Hermanases, los Obispos recuerdan cómo, aunque nacieron en el siglo XI, hoy siguen manteniendo sus mismos fines, que son formación, culto y acción caritativa. Sin embargo, la llamada de los últimos Papas a impulsar una nueva etapa evangelizadora hace ver  la necesidad de añadir un cuarto fin: la participación activa en la misión evangelizadora de la Iglesia.

sobre la tarea evangelizadora de las Hermandades, recuerdan que, si la Iglesia existe para evangelizar, las Hermandades que sean auténticamente eclesiales existirán también para evangelizar. La primera preocupación de una Junta de gobierno no ha de ser tanto el cuidado del patrimonio material cuanto llevar el Evangelio a todos sus miembros.

Así, las Hermandades pueden contribuir decisivamente a la tarea evangelizadora si contribuyen a la transmisión de la fe, se comprometen en la práctica de las obras de misericordia y son portadoras de esperanza para nuestro mundo.

En la transmisión de la fe, la Hermandades están llamadas a ser escuelas de vida cristiana. Parroquias, movimientos y colegios pueden encontrar en las Hermandades, cuando cuidan su identidad eclesial, un entorno complementario de fe, donde desarrollar de manera completa los itinerarios de iniciación cristiana. Es recomendable que, junto a las vocalías de infancia y juventud, en las Juntas de gobierno de las Hermandades exista también una vocalía de iniciación cristiana, que, de acuerdo con las directrices diocesanas y de la propia parroquia, ofrezca los recursos para que niños, jóvenes y adultos puedan completar su iniciación cristiana, catequética y sacramentalmente. Se entiende así, que solo pueden formar parte de una junta de gobierno quienes hayan completado su iniciación, habiendo recibido los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía, junto con el hábito de la Confesión sacramental. Otra tarea que las Hermandades pueden aportar en la misión evangelizadora es ser refugios de misericordia, donde se ofrece el consuelo de la misericordia divina a tantas personas heridas, pero también, como recuerda el Papa Francisco, saliendo al encuentro de las heridas de nuestros contemporáneos y haciendo de la Iglesia un “hospital de campaña”.

Finalmente, dicen los Obispos, las Hermandades contribuirán a la evangelización si son portadoras de esperanza. Las Hermandades, a través de la devoción a sus Titulares, están llamadas a dar testimonio de Cristo Resucitado mediante el acompañamiento en el duelo y las prácticas de la Piedad popular que ayudan a mantener encendida la llama de la esperanza.

También son evangelización las Hermandades por el camino de la belleza, con la veneración de las imágenes -sabiendo que no se veneran por ellas mismas, sino por lo que representan-  y las procesiones, que han de cuidarse para que sean auténticas manifestaciones de fe.

 

La Carta está firmada el 14 de junio de 2023, coincidiendo con el 30º aniversario de la visita de San Juan Pablo II al Santuario de Nuestra Señora del Rocío

 

CARTA PASTORAL – PDF:  María, estrella de la Evangelización- La fuerza evangelizadora de la Piedad popular


viernes, 23 de junio de 2023

Ceuta acogerá este fin de semana la Vigilia de las Espigas

 


Un año más, cuando llega el tiempo de la siega y la tierra ofrece sus frutos, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna Española organiza su tradicional Vigilia de las Espigas para dar gracias al Creador por su permanente providencia. Este año se celebrará la noche del 24 al 25 de junio, en el Santuario de Ntr.ª Srª. de África, de la ciudad autónoma de Ceuta, comenzando con la Santa Misa a las 21.30 horas.

Finalizada la Eucaristía, los asistentes se trasladarán a la ermita de San Antonio de Padua, donde comenzarán los turnos de vela de las diferentes Secciones ante su Divina Majestad. Al amanecer, tras el rezo de Laudes, se procederá a la procesión y Bendición Eucarística de los campos y el mar, donde también se representa toda la actividad humana.

Aunque el acto lo organiza la Adoración Nocturna, está abierto a cuantos fieles quieran participar en esta celebración de gratitud a Dios y de adoración del Santísimo Sacramento.

jueves, 22 de junio de 2023

MIÉRCOLES 5 DE JULIO A LAS 19.30 Y 20H EUCARISTÍA Y ROSARIO POR LA VIDA EN SAN ANTONIO

 


Este es un pre-cartel del Rosario por la Vida de este año.

Los representantes de movimientos y asociaciones que queráis haceros presentes en esta oración y sacrificio anual por la causa de la vida en nuestra Diócesis rezando un misterio, podéis contactarme por wasap y si queréis, os ponemos el logo en el cartel, que difundiremos y repartiremos la semana que viene.