Hasta el próximo domingo, 11 de junio, festividad del Corpus Christi, las Cáritas de toda España celebran como cada año la Semana de Caridad. A lo largo de estos días, cada Cáritas tiene una cita con la transparencia y la rendición de cuentas sobre el trabajo desarrollado a lo largo del año en sus respectivas diócesis y parroquias, que va acompañada de colectas y acciones de captación de recursos, y las celebraciones litúrgicas.
Bajo el lema “Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza”, la Confederación Cáritas convoca este año el Día de Caridad con un mensaje que busca ser una invitación “a abrir los ojos”, a dejarse “mirar y tocar por la ternura de Dios” para conseguir “el milagro de contagiar vida y oportunidad”. Con esa llamada, Cáritas propone tomar parte en la vida social para abrir la mente, reenfocar la mirada y ver juntos esa otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de tantas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, de quienes están en desventaja social y que viven en la tristeza, la soledad y la pobreza.
De ahí el objetivo de la campaña de este año de arrojar luz sobre la verdadera dimensión de esa realidad de los descartados en la que los miles de voluntarios y trabajadores de Cáritas están presentes cada día. Son muchas las personas y familias que se van quedando sin sueños y sin expectativas, que transitan por calles y barrios de forma anónima, aunque cada una de ellas tiene nombre e historia, alma y anhelos.
En palabras de Eva San Martín, coordinadora de la campaña de Caridad de Cáritas, “queremos animar y despertar la solidaridad y la compasión que vive en cada persona para que nos impliquemos, y nos comprometamos con un estilo de vida que transforme nuestro modelo de convivencia, y lo haga más justo, solidario y fraterno”.
Los miembros de la Subcomisión no ocultan su preocupación por “la situación de las personas y familias afectadas por la crisis”. “Vivimos –afirman— tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza”.
“Hacer caridad –dice el mensaje— significa tener la valentía de mirar a los ojos. Desde esta clave estamos convencidos de que tú tienes mucho que ver en las oportunidades que otras personas pueden tener. Lo que tú hagas, como tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otros y otras sientan que la vida brota nueva en ellas”. En definitiva, “nuestra tarea no consiste solamente en cubrir las necesidades de los otros, sino en descubrir sus posibilidades para abrir caminos de esperanza”.
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