Durante la noche del sábado 24 al domingo 25 de junio se celebró la tradicional Vigilia de las Espigas en la ermita de San Antonio de Padua, en las estribaciones de la cumbre del monte Hacho. Organizada por el Consejo diocesano de la Adoración Nocturna Española, contó con la presencia de las Secciones de Cádiz, San Fernando, San Roque, Barbate, y la anfitriona de Ceuta.
Con la tradicional procesión de Banderas desde la S.I. Catedral hasta el Santuario de Ntr.ª. Señora de África, dio comienzo esta Vigilia de Adoración y acción de Gracias, que continuó con el saludo del Presidente diocesano que recordaba, en palabras del Venerable D. Luis de Trelles (Fundador de la Obra) allá por el siglo XIX, que -“somos, por así decirlo, fundadores de esta devoción, por lo que como continuadores de ella debemos ser modelos y propagadores de esta santa ocupación, toda vez que está escrito que la oración fervorosa produce la generación de Santos y la conversión del mundo”-; siguiendo con el rezo solemne de Vísperas y la Santa Misa, que presidió el padre Francisco Jesús Fernández Alcedo, vicario general de la ciudad Autónoma y consiliario de la Sección de Ceuta, y concelebrada por D. Rafael Galván, D José Manuel González y los colaboradores de la Obra D. Valentín Vivar y D. Javier Ancízar venidos desde la península.
En su homilía, el padre Francisco Jesús, después de recordar su vinculación personal con la Adoración Nocturna, animó a los participantes a perseverar en la Adoración Eucarística, “como ésa lámpara del Sagrario que debe permanecer siempre encendida, y disfrutar de los beneficios que se desprenden del poder estar en íntima compañía con Jesús Sacramentado, porque permanece siempre con nosotros y no nos abandona. No nos cansemos nunca de acudir al Sagrario”.
Finalizada la Santa Misa, los participantes se trasladaron en autobús hasta la ermita de san Antonio, donde con gran devoción dieron comienzo los turnos de vela ante el Santísimo Sacramento que ocuparon toda la noche, y acompañados por numerosos miembros de la Cofradía; concluyendo con el rezo del Santo Rosario y la oración comunitaria de Laudes, que una vez finalizada, se formó en corporación para con S.D.M. trasladarse en procesión hasta el mirador desde donde se procedió a la Bendición de los campos y el mar.
Desde este lugar privilegiado en la cima del monte Hacho, despuntando el alba, el Rvdo. D. Francisco Jesús, impartió la Bendición Eucarística sobre la Ciudad, los campos y el mar de nuestra diócesis y sobre toda la actividad humana que, gracias a la Providencia, hace posible que de los “frutos del mar y de la tierra y del trabajo del hombre” podamos obtener lo necesario para nuestro sustento.
Culminaba así la Vigilia de las Espigas 2023 dando un sentido broche de oro a esta tradicional Vigilia, que había comenzado la noche anterior sobre las 21.30 horas y que no se celebraba en esta parte africana de España desde hacía más de cuatro décadas.
Fue una noche realmente santa, con Jesús Sacramentado como único centro de su vela; Haciendo nuestros sus anhelos y sufrimientos, y pidiendo la luz y la fuerza que nos ayuden a “no pasar nunca de largo ante el sufrimiento humano”.
Con el canto de la Salve y la despedida de D. Francisco Jesús de todos los asistentes, en la que se agradeció expresamente a los Hermanos mayores de las Cofradías de San Antonio y de la Virgen de África las esmeradas atenciones recibidas y, deseándoles un feliz regreso a casa, se puso rumbo a las poblaciones de destino después de degustar un espléndido desayuno ofrecido por nuestra Sección hermana.
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