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lunes, 31 de enero de 2022

PRÓXIMO SÁBADO 5 DE FEBRERO TENEMOS ESCUELA DE EVANGELIZADORES


Os invitamos a que compartías entre vuestros familiares, amigos, grupos parroquiales, etc., esta información y de esta forma animar a todos aquellos con el deseo de evangelizar, a participar en la Escuela de Evangelizadores.

Será un momento de encuentro de diocesano, compartiendo y formándonos como Iglesia unida que camina unida, y que preocupada por llevar la Buena Noticia al mundo, busca nuevas herramientas, caminos, estrategias para ello.

¿Qué día será?

La escuela como bien habréis podido observar en la inscripción, consta de 3 sesiones, repartidas durante el curso (los días 5 de febrero, 19 de marzo y 14 de mayo) y conformamos un todo inseparable, por eso os animamos a asistir a las 3 sesiones

¿Dónde tendrá lugar la primera sesión?
En las instalaciones del Colegio María Auxiliadora de Cádiz- Salesianas De Cádiz

Dirección: Av. Andalucía, 70, 11008 Cádiz
Mapas de Google:
 https://goo.gl/maps/Arbi1VrZnwbckTvX9 ()

¿Cómo llegar?
Os dejamos los siguientes enlaces donde podéis ver los horarios de los transportes públicos.

https://www.renfe.com/es/es/cercanias/cercanias-cadiz/horarios ()
https://siu.cmtbc.es/es/horarios_lineas.php ()

https://www.tgcomes.es/seleccionar-horario/ ()

Para aquellos que vayáis en vuestro vehículo particular, os indicamos a continuación algunos de los lugares más cercanos donde poder aparcar.

PARKING VARELA (CALLE DR. JOSÉ MANUEL PASCUAL PASCUAL)
  • Situado a 230m del Colegio María Auxiliadora (unos 5 min andando)
  • Precio 1,42€ por hora (0,0286 por min)
ESTACIONAMIENTO PLAZA SAN JOSÉ (PLAZA SAN JOSÉ)
  • Situado a 450m del Colegio María Auxiliadora (unos 8 min andando)
  • Entrada por calle Jesús de la Paz
ZONA AZUL (APARCAMIENTO PLAZA ASDRUBAL Y CALLE STA RAFAELA MARÍA)
  • Cerca de jefatura tráfico, varias zonas de aparcamiento, con una pequeña bolsa de aparcamiento cerca del paseo marítimo
 
¿Cuál es el horario de la sesión?
El encuentro comenzará a las 10:00 horas, con 
 la correspondiente identificación de todos los participantes, tras lo cual tendrá lugar la Eucaristía. La mañana seguirá con la ponencia impartida por Tote Barrera y Cristy Salcedo.

Tendremos tiempo para almorzar, en el que cada uno traerá su comida de casa, para posteriormente tener una reunión por grupos y la adoración eucarística, tras todo lo cual pondremos fin a la jornada a las 17:30 horas.


Por las bebidas no tenéis que preocuparos, si queréis tomar algo fresco o un café rico y calentito, o simplemente no queréis cargar con más peso, habrá a vuestra disposición un café-Bar.

El café-bar estará a cargo de los jóvenes del Colegio de las Salesianas, quienes nos informan que podremos comprar desde bebidas calientes y frías, bocadillos variados, paquetes de patatas, incluso algún plato de comida caliente, a precios económicos.  


¿Cuál es el precio de la inscripción?
La inscripción es GRATUITA.  
Si bien es cierto, como podéis imaginar, el material, el ponente, el lugar, tiene un coste. Por ello, en las mesas de inscripciones pondremos a vuestra disposición un lugar para vuestros donativos, os invitamos a que seáis generosos, gracias de antemano por vuestra generosidad.


¿Hay guardería?
Se ha habilitado un servicio de guardería para aquellos que lo necesitéis, por ello, os rogamos que aquellos que no lo hayáis indicado al momento de hacer la inscripción nos lo hagáis saber lo antes posible, indicando el número de plazas que necesitáis y edades de los menores


¿Y el servicio de guardería también es gratuito?
Pues sí, queremos que tengáis todas las facilidades para poder participar en este maravilloso proyecto, como son las Escuelas de Evangelizadores, que no haya ningún obstáculo para que podáis acudir.

Este servicio estará a cargo de los jóvenes de la Diócesis. 

Después de todos los detalles organizativos, os animamos a que desde este mismo momento nos acompañéis con vuestra oración para que el Espíritu Santo vaya preparándonos y disponiéndonos para recibir y compartir.

Un abrazo

El Equipo de la Escuela de Evangelizadores

domingo, 30 de enero de 2022

Fernando Carmona será ordenado hoy diácono permanente el domingo en la Catedral


El delegado de Pastoral de la Salud de la diócesis y médico internista de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, Fernando Carmona, será ordenado diácono permanente HOY domingo, 30 de enero, a las 12.00 horas, en la Catedral de Cádiz, en una ceremonia que estará presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza.

Como paso previo, en la mañana de hoy, ha realizado la profesión de fe y el juramento de fidelidad en presencia del obispo diocesano, el Vicario General, P. Óscar González Esparragosa, y el rector del Seminario y responsable del diaconado permanente, P. Ricardo Jiménez Merlo.

Así, Carmona ha asegurado sentirse muy feliz por este paso que va a dar en su vida, que supone “una consagración mayor al Señor para servir a Dios, a la Iglesia y, especialmente, a los más necesitados y a los enfermos”.

Fernando Carmona es licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz. Doctor en Medicina con la tesis doctoral Cuidados Paliativos en pacientes no oncológicos. Facultativo Especialista de Área de Medicina Interna con dedicación en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. Desde el año 2013 es delegado episcopal de Pastoral de la Salud de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.

" Escuchar con los oídos del corazón" Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales



La Santa Sede ha hecho público, en la festividad de San Francisco de Sales, el Mensaje del papa Francisco para la 56º Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales«Escuchar con los oídos del corazón» es el lema que propone el Santo Padre para este año.

Escuchar con los oídos del corazón
Queridos hermanos y hermanas:
(texto íntegro)

El año pasado reflexionamos sobre la necesidad de “ir y ver” para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas. Siguiendo en esta línea, deseo ahora centrar la atención sobre otro verbo, “escuchar”, decisivo en la gramática de la comunicación y condición para un diálogo auténtico.

En efecto, estamos perdiendo la capacidad de escuchar a quien tenemos delante, sea en la trama normal de las relaciones cotidianas, sea en los debates sobre los temas más importantes de la vida civil. Al mismo tiempo, la escucha está experimentando un nuevo e importante desarrollo en el campo comunicativo e informativo, a través de las diversas ofertas de podcast y chat audio, lo que confirma que escuchar sigue siendo esencial para la comunicación humana.

A un ilustre médico, acostumbrado a curar las heridas del alma, le preguntaron cuál era la mayor necesidad de los seres humanos. Respondió: “El deseo ilimitado de ser escuchados”. Es un deseo que a menudo permanece escondido, pero que interpela a todos los que están llamados a ser educadores o formadores, o que desempeñen un papel de comunicador: los padres y los profesores, los pastores y los agentes de pastoral, los trabajadores de la información y cuantos prestan un servicio social o político.

Escuchar con los oídos del corazón

En las páginas bíblicas aprendemos que la escucha no sólo posee el significado de una percepción acústica, sino que está esencialmente ligada a la relación dialógica entre Dios y la humanidad. «Shema’ Israel – Escucha, Israel» (Dt 6,4), el íncipit del primer mandamiento de la Torah se propone continuamente en la Biblia, hasta tal punto que san Pablo afirma que «la fe proviene de la escucha» (Rm 10,17). Efectivamente, la iniciativa es de Dios que nos habla, y nosotros respondemos escuchándolo; pero también esta escucha, en el fondo, proviene de su gracia, como sucede al recién nacido que responde a la mirada y a la voz de la mamá y del papá. De los cinco sentidos, parece que el privilegiado por Dios es precisamente el oído, quizá porque es menos invasivo, más discreto que la vista, y por tanto deja al ser humano más libre.

La escucha corresponde al estilo humilde de Dios. Es aquella acción que permite a Dios revelarse como Aquel que, hablando, crea al hombre a su imagen, y, escuchando, lo reconoce como su interlocutor. Dios ama al hombre: por eso le dirige la Palabra, por eso “inclina el oído” para escucharlo.

El hombre, por el contrario, tiende a huir de la relación, a volver la espalda y “cerrar los oídos” para no tener que escuchar. El negarse a escuchar termina a menudo por convertirse en agresividad hacia el otro, como les sucedió a los oyentes del diácono Esteban, quienes, tapándose los oídos, se lanzaron todos juntos contra él (cf. Hch 7,57).

Así, por una parte está Dios, que siempre se revela comunicándose gratuitamente; y por la otra, el hombre, a quien se le pide que se ponga a la escucha. El Señor llama explícitamente al hombre a una alianza de amor, para que pueda llegar a ser plenamente lo que es: imagen y semejanza de Dios en su capacidad de escuchar, de acoger, de dar espacio al otro. La escucha, en el fondo, es una dimensión del amor.

Por eso Jesús pide a sus discípulos que verifiquen la calidad de su escucha: «Presten atención a la forma en que escuchan» (Lc 8,18); los exhorta de ese modo después de haberles contado la parábola del sembrador, dejando entender que no basta escuchar, sino que hay que hacerlo bien. Sólo da frutos de vida y de salvación quien acoge la Palabra con el corazón “bien dispuesto y bueno” y la custodia fielmente (cf. Lc 8,15). Sólo prestando atención a quién escuchamos, qué escuchamos y cómo escuchamos podemos crecer en el arte de comunicar, cuyo centro no es una teoría o una técnica, sino la «capacidad del corazón que hace posible la proximidad» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 171).

Todos tenemos oídos, pero muchas veces incluso quien tiene un oído perfecto no consigue escuchar a los demás. Existe realmente una sordera interior peor que la sordera física. La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona. La verdadera sede de la escucha es el corazón. El rey Salomón, a pesar de ser muy joven, demostró sabiduría porque pidió al Señor que le concediera «un corazón capaz de escuchar» ( 1 Re 3,9). Y san Agustín invitaba a escuchar con el corazón ( corde audire), a acoger las palabras no exteriormente en los oídos, sino espiritualmente en el corazón: «No tengan el corazón en los oídos, sino los oídos en el corazón» [1]. Y san Francisco de Asís exhortaba a sus hermanos a «inclinar el oído del corazón» [2].

La primera escucha que hay que redescubrir cuando se busca una comunicación verdadera es la escucha de sí mismo, de las propias exigencias más verdaderas, aquellas que están inscritas en lo íntimo de toda persona. Y no podemos sino escuchar lo que nos hace únicos en la creación: el deseo de estar en relación con los otros y con el Otro. No estamos hechos para vivir como átomos, sino juntos.

La escucha como condición de la buena comunicación

Existe un uso del oído que no es verdadera escucha, sino lo contrario: el escuchar a escondidas. De hecho, una tentación siempre presente y que hoy, en el tiempo de las redes sociales, parece haberse agudizado, es la de escuchar a escondidas y espiar, instrumentalizando a los demás para nuestro interés. Por el contrario, lo que hace la comunicación buena y plenamente humana es precisamente la escucha de quien tenemos delante, cara a cara, la escucha del otro a quien nos acercamos con apertura leal, confiada y honesta.

Lamentablemente, la falta de escucha, que experimentamos muchas veces en la vida cotidiana, es evidente también en la vida pública, en la que, a menudo, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismos. Esto es síntoma de que, más que la verdad y el bien, se busca el consenso; más que a la escucha, se está atento a la audiencia. La buena comunicación, en cambio, no trata de impresionar al público con un comentario ingenioso dirigido a ridiculizar al interlocutor, sino que presta atención a las razones del otro y trata de hacer que se comprenda la complejidad de la realidad. Es triste cuando, también en la Iglesia, se forman bandos ideológicos, la escucha desaparece y su lugar lo ocupan contraposiciones estériles.

En realidad, en muchos de nuestros diálogos no nos comunicamos en absoluto. Estamos simplemente esperando que el otro termine de hablar para imponer nuestro punto de vista. En estas situaciones, como señala el filósofo Abraham Kaplan [3], el diálogo es un “duálogo”, un monólogo a dos voces. En la verdadera comunicación, en cambio, tanto el  como el yo están “en salida”, tienden el uno hacia el otro.

Escuchar es, por tanto, el primer e indispensable ingrediente del diálogo y de la buena comunicación. No se comunica si antes no se ha escuchado, y no se hace buen periodismo sin la capacidad de escuchar. Para ofrecer una información sólida, equilibrada y completa es necesario haber escuchado durante largo tiempo. Para contar un evento o describir una realidad en un reportaje es esencial haber sabido escuchar, dispuestos también a cambiar de idea, a modificar las propias hipótesis de partida.

En efecto, solamente si se sale del monólogo se puede llegar a esa concordancia de voces que es garantía de una verdadera comunicación. Escuchar diversas fuentes, “no conformarnos con lo primero que encontramos” —como enseñan los profesionales expertos— asegura fiabilidad y seriedad a las informaciones que transmitimos. Escuchar más voces, escucharse mutuamente, también en la Iglesia, entre hermanos y hermanas, nos permite ejercitar el arte del discernimiento, que aparece siempre como la capacidad de orientarse en medio de una sinfonía de voces.

Pero, ¿por qué afrontar el esfuerzo que requiere la escucha? Un gran diplomático de la Santa Sede, el cardenal Agostino Casaroli, hablaba del “martirio de la paciencia”, necesario para escuchar y hacerse escuchar en las negociaciones con los interlocutores más difíciles, con el fin de obtener el mayor bien posible en condiciones de limitación de la libertad. Pero también en situaciones menos difíciles, la escucha requiere siempre la virtud de la paciencia, junto con la capacidad de dejarse sorprender por la verdad — aunque sea tan sólo un fragmento de la verdad— de la persona que estamos escuchando. Sólo el asombro permite el conocimiento. Me refiero a la curiosidad infinita del niño que mira el mundo que lo rodea con los ojos muy abiertos. Escuchar con esta disposición de ánimo —el asombro del niño con la consciencia de un adulto— es un enriquecimiento, porque siempre habrá alguna cosa, aunque sea mínima, que puedo aprender del otro y aplicar a mi vida.

La capacidad de escuchar a la sociedad es sumamente preciosa en este tiempo herido por la larga pandemia. Mucha desconfianza acumulada precedentemente hacia la “información oficial” ha causado una “infodemia”, dentro de la cual es cada vez más difícil hacer creíble y transparente el mundo de la información. Es preciso disponer el oído y escuchar en profundidad, especialmente el malestar social acrecentado por la disminución o el cese de muchas actividades económicas.

También la realidad de las migraciones forzadas es un problema complejo, y nadie tiene la receta lista para resolverlo. Repito que, para vencer los prejuicios sobre los migrantes y ablandar la dureza de nuestros corazones, sería necesario tratar de escuchar sus historias, dar un nombre y una historia a cada uno de ellos. Muchos buenos periodistas ya lo hacen. Y muchos otros lo harían si pudieran. ¡Alentémoslos! ¡Escuchemos estas historias! Después, cada uno será libre de sostener las políticas migratorias que considere más adecuadas para su país. Pero, en cualquier caso, ante nuestros ojos ya no tendremos números o invasores peligrosos, sino rostros e historias de personas concretas, miradas, esperanzas, sufrimientos de hombres y mujeres que hay que escuchar.

Escucharse en la Iglesia

También en la Iglesia hay mucha necesidad de escuchar y de escucharnos. Es el don más precioso y generativo que podemos ofrecernos los unos a los otros. Nosotros los cristianos olvidamos que el servicio de la escucha nos ha sido confiado por Aquel que es el oyente por excelencia, a cuya obra estamos llamados a participar. «Debemos escuchar con los oídos de Dios para poder hablar con la palabra de Dios» [4]. El teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer nos recuerda de este modo que el primer servicio que se debe prestar a los demás en la comunión consiste en escucharlos. Quien no sabe escuchar al hermano, pronto será incapaz de escuchar a Dios [5].

En la acción pastoral, la obra más importante es “el apostolado del oído”. Escuchar antes de hablar, como exhorta el apóstol Santiago: «Cada uno debe estar pronto a escuchar, pero ser lento para hablar» (1,19). Dar gratuitamente un poco del propio tiempo para escuchar a las personas es el primer gesto de caridad.

Hace poco ha comenzado un proceso sinodal. Oremos para que sea una gran ocasión de escucha recíproca. La comunión no es el resultado de estrategias y programas, sino que se edifica en la escucha recíproca entre hermanos y hermanas. Como en un coro, la unidad no requiere uniformidad, monotonía, sino pluralidad y variedad de voces, polifonía. Al mismo tiempo, cada voz del coro canta escuchando las otras voces y en relación a la armonía del conjunto. Esta armonía ha sido ideada por el compositor, pero su realización depende de la sinfonía de todas y cada una de las voces.

Conscientes de participar en una comunión que nos precede y nos incluye, podemos redescubrir una Iglesia sinfónica, en la que cada uno puede cantar con su propia voz acogiendo las de los demás como un don, para manifestar la armonía del conjunto que el Espíritu Santo compone.

Roma, San Juan de Letrán, 24 de enero de 2022, Memoria de san Francisco de Sales.

Francisco


sábado, 29 de enero de 2022

Comunicado de la Diócesis de Cádiz y Ceuta sobre las inmatriculaciones de bienes inmuebles

Ante las noticias publicadas en distintos medios de comunicación, referidas a una lista de más de veinte inmuebles que deberían ser devueltos por haber sido inmatriculados de forma indebida, la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en su compromiso de actuar con absoluta transparencia, realiza las siguientes aclaraciones:

En febrero de 2021, el Congreso de los Diputados trasladó a la Conferencia Episcopal Española (en adelante CEE) un listado con las inmatriculaciones realizadas por las Diócesis desde 1998 hasta 2015. El informe del Ministerio de Justicia -anexo al listado- deja clara la legalidad de las inmatriculaciones realizadas.

Sin que hubiera ninguna reclamación previa por parte del Estado, la CEE realizó una revisión del listado recibido para cotejo y verificación del mismo. El resultado de la revisión fue entregado por la CEE al Gobierno el pasado 24 de enero.

En dicho informe de verificación se hace constar que de los 34.401 bienes registrados, incluidos en el listado del Gobierno, 2.575 presentan incidencias o están indebidamente incluidos en el mismo, por distintas causas, que se explican en el mismo.

De los 2.575 bienes registrados que presentan incidencias o son indebidamente incluidos en el listado del Gobierno, sólo cinco de ellos se refieren a  la Diócesis de Cádiz y Ceuta, el resto de inmuebles referidos a la Diócesis, están correctamente incluidos e inscritos en el Registro de la Propiedad. Las cinco incidencias referidas, no suponen que la Diócesis tenga inscripciones erróneas o sin legitimidad, que pudiera dar lugar a una posible devolución al Estado o a otras instituciones públicas o privadas, cuya devolución nunca se ha demandado, tal y como se expone a continuación:

 

1) Archivo y Salón Parroquial y 2) Equipamiento escolar compatible con el uso religioso en Conil de la Frontera.

Estos dos inmuebles son propiedad de la Diócesis de Cádiz y Ceuta por otros títulos jurídicos diferentes al de inmatriculación, en concreto por título de permuta realizada con el Ayuntamiento de Conil de la Frontera.

3) Templo de Nuestra Señora del Rosario (Iglesia Conventual de Santo Domingo) en la ciudad de Cádiz.

Esta finca no pertenece a la Diócesis de Cádiz y Ceuta, sino que ha sido inmatriculada e inscrita en el Registro de la Propiedad, sin intervención del Obispo diocesano, en favor de los “Dominicos, Orden de Predicadores. Provincia de Andalucía”.

4) Un inmueble, de carácter urbano, en la localidad de la Línea de la Concepción que no ha podido ser identificado, toda vez que no se indica número de finca registral, referencia catastral, o dirección, sin que la Diócesis de Cádiz y Ceuta tenga noticias del mismo ni lo haya inmatriculado.

5) Una vivienda unifamiliar en San Fernando, inscrita por inmatriculación en favor de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, que fue donada a la Fundación Patronato San José, y posteriormente adquirida por la Fundación Adolfo Carneiro Cafferata en virtud de fusión por absorción.

De acuerdo con lo anterior, no cabe hablar de “error”, irregularidad o ilegitimidad en la inscripción registral de los inmuebles reseñados, ya que se encuentran inscritos en favor de sus legítimos propietarios.

 

viernes, 28 de enero de 2022

Carta Pastoral con motivo de la Visita Ad Limina

 


Queridos diocesanos:

Me dirijo a vosotros a mi regreso de la Visita ad limina que ha tenido lugar la semana pasada en Roma, donde hemos acudido el grupo de obispos de las provincias de Sevilla, Granada, y Mérida-Badajoz.

Como ya sabéis, hemos sido recibidos en los distintos Dicasterios y Congregaciones del Vaticano para dialogar sobre los diferentes aspectos de la vida pastoral diocesana, escuchando los planteamientos y propuestas nuevas que se hacen para afrontar los retos actuales de la evangelización.

De nuevo hemos podido experimentar la belleza de la Iglesia y su catolicidad, la coincidencia de los pueblos del mundo en ella, las razas y las lenguas unidas por el amor de Jesucristo y el deseo de llevar a Dios, la preocupación por el bien común de la sociedad y una especial sensibilidad por los marginados.

Pero, sobre todo, hemos sido confirmados en la fe. La audiencia con el Santo Padre, el Papa Francisco, ha marcado la visita de un modo especial con una experiencia singular e inolvidable, dándonos la oportunidad de hablar en nuestro mismo idioma con el Sucesor de Pedro y dialogar con él, sintiéndonos escuchados y alentados, como hace un padre con unos hijos que, por su parte, quieren ser acogedores del consejo de quien tiene la misión de cuidar del rebaño como buen Pastor. Por deseo de Cristo el Papa es el principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad, vínculo de la paz y del amor, quien acompaña amorosamente a la comunidad de los fieles.

Es decisivo conocer su parecer sobre las cosas y compartir sus preocupaciones. Nos ha dedicado mucho tiempo. Le agradezco su confianza, aliento y entrega. Le hemos encontrado lúcido y con fuerza, tranquilo e ilusionado, paternal, conocedor de nuestra situación, y nos ha impulsado a vivir mejor el ministerio episcopal afrontando los retos de la Iglesia de modo evangélico y actual. Su magisterio nos seguirá orientando en nuestro caminar.

Agradezco vuestras oraciones que me han acompañado en todo momento. He orado ante el sepulcro de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo por nuestra iglesia diocesana, encomendando vuestras peticiones, y por las necesidades materiales y espirituales de cada uno. Finalmente, los Vicarios Episcopales y yo hemos concelebrado con el Papa el Domingo, en una solemne liturgia donde instituyó lectores y ministros catequistas –por primera vez en la historia—.

Doy gracias a Dios por esta visita, por el encuentro con el Santo Padre y por su ministerio. Os invito a seguir rezando por él.

Con mi afecto y bendición

 

+Rafael

Obispo de Cádiz y Ceuta

jueves, 27 de enero de 2022

El Camino de Santiago protagonizará el Encuentro Diocesano de Juventud

 


Tras casi tres años sin poder celebrarse a causa de la pandemia, el próximo 12 de febrero vuelve el Encuentro Diocesano de Juventud. En esta edición el momento central consistirá en la realización de la primera etapa del Camino de Santiago que se inicia en Cádiz. Este camino, cuyo Km. 0 está en la Iglesia de Santiago de Cádiz, es la llamada “Vía Augusta”. La Vía Augusta es como se conoce al camino que transcurre de Cádiz a Sevilla. Una ruta que une el sur de la península con Santiago de Compostela y que antiguamente formaba parte de una de las vías romanas más extensa.

En sus inicios la Vía Augusta era una calzada romana de más de 1.500 km, considerada la más larga de Hispania. Recorría toda la costa mediterránea de la Península ibérica, desde los Pirineos hasta Cádiz. Era el principal eje de las comunicaciones y red viaria en la Hispania romana. Vía Augusta Julia era su nombre original en honor a los emperadores Julio César y Augusto, quienes intervinieron en su construcción a finales del siglo I a.C.

De esta manera, los participantes del Encuentro Diocesano de Juventud harán esta etapa sencilla a pie, de 13,8 km, partiendo desde la Iglesia de Santiago (Cádiz) hasta la Parroquia de San José Artesano (San Fernando).

Además, este encuentro, dirigido a jóvenes de entre 16 y 30 años, contará con tres talleres rotativos, momentos de oración y adoración al Santísimo, un almuerzo compartido… para terminar con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de San José Artesano, que estará presidida por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza.

MÁS INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES


miércoles, 26 de enero de 2022

1, 2 Y 3 FEBRERO 2022. JORNADAS CATÓLICOS Y VIDA PÚBLICA DE SEVILLA "LIBERTAD EN PELIGRO" (PRESENCIAL Y ON LINE)

“La libertad en peligro”. Pudiera parecer un título exagerado, pero tenemos ejemplos recientes como el intento de directrices por parte de una Comisaria de la Unión Europea para evitar felicitar la Navidad con el pretexto de “ser sensible al hecho de que las personas tienen tradiciones religiosas diferentes”. La propuesta finalmente fue retirada por la reacción pública. Sólo si estamos atentos impediremos que lo políticamente correcto y las corrientes totalitarias, envueltas en excusas multiculturales inclusivas, asfixien nuestra libertad de expresión y nuestra libertad religiosa.

En estas XV Jornadas de Católicos y Vida Pública, en Sevilla, queremos reflexionar y compartir experiencias, desde la fe, desde la esperanza y desde la caridad. Queremos presentar a la sociedad lo mejor de nuestras iniciativas. Nos dirigimos a creyentes y no creyentes que deseen abrir sus corazones y sus mentes para construir libre y conjuntamente una sociedad mejor, con todo respeto y con la máxima generosidad.

En esta edición, las Jornadas se desarrollarán en tres ubicaciones diferentes para llegar al mayor número de personas interesadas en asistir (con aforo limitado). En todo caso, respetaremos las limitaciones sanitarias que exige la pandemia y también se podrá seguir la convocatoria a través de internet.