El periodista José María Zavala, de cuyos documentales hemos dado cuenta en estas páginas (Amanece en Calcuta, Wojtyla. La investigación, Renacidos o El misterio del padre Pío) vuelve al género documental para presentarnos, en esta ocasión, la figura del beato Carlo Acutis, del que en España no se sabía nada hace algunos años y que ahora empieza a ser algo más conocido.
Carlo Acutis nació en 1991 en Londres. De familia italiana, vino al mundo allí por motivos laborales paternos y enseguida se instaló con sus padres en Milán, donde vivió el resto de su vida. Fue un chico normal, que llevó una vida propia de su edad, pero siempre definida por la amistad con Cristo, al que quería entregar su vida.
A medida que fue creciendo se fue implicando más en gestos de caridad hacia los más necesitados, a la vez que se iba involucrando en las catequesis parroquiales. Carlo diseñó una magnífica exposición sobre los milagros eucarísticos ocurridos a lo largo de la historia por todo el mundo. Una exposición que se puede visitar aún y que ha recorrido numerosos países. Con fama de santo, Acutis murió a los 15 años, en 2006, a causa de una fulminante leucemia en un hospital cerca de Milán. En 2016 el cardenal Angelo Scola dio por completado el proceso de beatificación, que se celebró finalmente y de forma solemne en Asís en 2020, durante la pandemia.
Zavala muestra en su película cómo la corta vida de Acutis fue un testimonio de fe, de caridad y de amor a la Eucaristía. La narración desarrolla estas virtudes acompañándolas de testimonios de intercesiones milagrosas —curaciones y conversiones— y, sobre todo, de abundantes intervenciones de su madre, Antonia Salzano. Es bastante inaudito poder ver y escuchar largas declaraciones de la madre de un beato, quizá santo en el futuro. Los demás testimonios muestran la eficaz intercesión de un joven que llega a la vida de personas de lo más variadas y que le ven como un amigo que les lleva a Cristo. Es el caso de un seminarista que se siente acompañado por Acutis en su vocación, o de otro que superó su adicción a la pornografía gracias a sus oraciones al joven beato.
El documental de Zavala profundiza especialmente en el valor que Carlo daba a la Eucaristía, la devoción a María y su espiritualidad franciscana, dentro de la cual tiene un papel especial el padre Pío, al cual Zavala ya había dedicado dos documentales. La película además contiene fotos y vídeos de archivo de Acutis (no demasiados) y algunas recreaciones de ficción de momentos de la vida del beato o representaciones evangélicas. Su gran valor es ofrecer un primer conocimiento de este italiano al gran público español, que se sorprenderá de toparse con una persona contemporánea, muy joven, amante de las nuevas tecnologías y que ha llegado a los altares sin hacer gestas heroicas, solo siguiendo y amando a Cristo. La cinta termina con un estupendo videoclip de Luis Mas, con una canción que alude al título del documental.
