La educación es imprescindible para que el mundo obrero pueda salir de la explotación y de la opresión actual y detener la depauperación de los pueblos y la precarización de los trabajadores, constantes e intensivas, que practica el neoliberalismo económico, especialmente, el financiero.
Parece oportuno dar algunas pinceladas genéricas:
a) el movimiento obrero rechazó siempre la indoctrinación ideológica y la socialización disciplinante que las escuelas religiosas y las escuelas estatales querían imponerle; es falso que rechazara la educación;
b) por eso, el socialismo y el anarcosindicalismo quisieron realizar la educación de los adultos y de los niños en sus propias organizaciones culturales, sindicales y políticas;
c) mientras tanto reivindicaron una escuela pública: creada, dirigida y controlada por el pueblo o conjunto de los ciudadanos, una escuela de todos, para todos y autogestionada por todos; una escuela laica (=popular), integradora e inclusiva de todos los miembros del pueblo, sin discriminaciones por razones religiosas, culturales, ideológicas, políticas, étnicas o raciales, sexuales o de género; una escuela integral, holística y universal; una escuela racional, científica, investigadora, creativa, innovadora y transformadora; integradora del trabajo manual y del trabajo intelectual; abierta al acceso de todos los ciudadanos a todos los niveles educativos; una escuela gratuita, o mejor, pagada con los impuestos de todos los ciudadanos, que recauda el Estado, evitando el despilfarro de los mismos en obras suntuosas, armamentos e infraestructuras faraónicas superfluas, que sólo sirven para acrecentar los beneficios de los acumuladores de capital.
Del libro: Pepe Domínguez “La HOAC, el Movimiento Obrero y la Educación” Conversaciones con Rafael Díaz-Salazar. Pags. 123 y 124. Díaz- Salazar entrevista a Pepe Domínguez.
Muy agradecidos por la publicación.
ResponderEliminar«¡Acoge, abraza, cuida, acompaña…!
La vida del mundo obrero
con misericordia y compasión».