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martes, 1 de diciembre de 2020

Vividores.org: cómo combatir la eutanasia con sentido del humor

ENLACE A LA WEB VIVIDORES 

El Gobierno quiere evitar cualquier debate sobre la Eutanasia y aprobar cuanto antes la ley

La campaña 'Vividores' de la Asociación Católica de Propagandistas combate el discurso pro eutanasia mientras se tramita la ley en el Parlamento. La iniciativa ofrece testimonios de personas que se declaran "vividores" porque "vivir a veces mola y a veces no, pero siempre tiene un sentido".

«Los vividores son sobre todo personas que simplemente viven, así de fácil y de complicado. Vivir a veces mola y a veces no, pero siempre tiene un sentido, a pesar del sufrimiento. Y los vividores son los que entienden eso».

Así se presenta la campaña ‘Vividores’, una iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) para «hablar de vida y de cuidados paliativos» frente a la Ley de eutanasia que se está tramitando en el Parlamento y que tiene como objetivo hacer «reflexionar sobre el sentido del dolor y del sufrimiento, sin censurar nada, para provocar un debate social».

«Frente a la propuesta del Gobierno de aprobar la Ley de eutanasia, creemos que la mejor respuesta es, a través de testimonios concretos, demostrar que existe un modo distinto de vivir y de morir», subrayan sus impulsores.

A través de la web ‘www.vividores.org‘, se ofrecen testimonios reales de personas que a pesar de vivir dificultades se definen como «vividores», como el de María, la madre de un niño afectado por el Síndrome de Ondine; Andrés, un niño con laminopatía; Federico, de 91 años; o la joven pareja formada por Rodrigo y Rocío, que han superado juntos un cáncer.

La campaña, además de contar con estos testimonios, ofrece los argumentos de diferentes expertos en «educar, ayudar a pensar, bendecir y curar» como son Gregorio Luri, Higinio Marín, el sacerdote Javier Alonso y Ricardo Martino; emprenderá una campaña de difusión del tebeo ‘La residencia de los Vividores’ destinada a alumnos de 12 años para «profundizar en temas com la relación entre padres e hijos, la ancianidad, la familia, la adolescencia o la defensa de la vida»; y ofrece un simpático testamento vital «con algo de rima, que siempre queda mejor»:

Cuando se terminen mis días en este mundo,
Y poco antes de que ya me tenga que ir
quiero que se me recuerde, sobre todo,
por ser un crack de EL BUEN VIVIR.

No espero no sufrir, ni lágrimas no derramar
Lo único que pido, si no es mucho pedir,
Es en mi cama tener sentado a alguien que me
quiera amar.

Y llegado el momento de mi muerte
Que a todos nos vendrá a visitar
No quiero correr la suerte
De que alguien escriba mi punto final.

Quiero el calor suficiente
Y el amor que tantas veces di
Para que cuando llegue el momento de mi muerte
Pueda decir que me ayudaron a vivir.


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