La localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, formada por 13.000 habitantes, fue noticia este martes en todo el país debido a la obsesión de su alcaldesa, la comunista Carmen Flores, de retirar la cruz del complejo de las Carmelitas Descalzas en la supuesta aplicación de la ley de memoria histórica.
Operarios municipales arrancaron esta cruz por orden de la regidora pese a no haber sido decidido en pleno ni tener permiso para hacerlo al ser éste un Bien de Interés Cultural, protegido por las autoridades. Además, no incumplía ninguna ley pues no había en ella ninguna inscripción.
Este mismo domingo el propio obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, celebró misa en esta localidad e hizo mención a este ataque gratuito y furibundo a los sentimientos religiosos.
En su homilía aseguraba que “hay quienes piensan que los sentimientos religiosos no cuentan y no es así. Claro que cuentan. Un claro ejemplo es que esta misa en Canal Sur está dando unas cifras de audiencia magníficas porque el pueblo andaluz es un pueblo religioso”, indicó.
A su vez, pidió a los cristianos que defiendan sus sentimientos religiosos, que “nadie los toque” y que pidan respeto hacia ellos. “Que no nos toquen nuestros sentimientos, porque al igual que nosotros somos respetuosos también en la convivencia de cada día, queremos que lo sean con nuestros propios sentimientos religiosos”, instó.
La retirada de la cruz se produjo entre la protesta de muchos vecinos que se oponían a retirar este símbolo cristiano. Ya sin la cruz, numerosas personas encendieron velas en el lugar y dejaron mensajes contra la medida arbitraría de la alcaldesa comunista.
Se ha suscitado entre los socios de la ACdP la iniciativa de pedir al Ayuntamiento de Aguilar la de la Frontera autorización para la retirada de la Cruz de la escombrera municipal y su traslado al campus de la Fundación San Pablo Andalucía CEU.
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