El segundo día de las XII Jornadas de Católicos y Vida Pública de Cádiz comenzaron con la mesa redonda: 'Defensa de la vida incipiente. Mucho por hacer', introducida por Javier García, marino retirado y uno de los primeros voluntarios en España de la campaña ‘40 Días por la Vida’. Criticando la aceptación social del aborto, lamentó que “la gente da saltos muy extraños: consideran que si algo es legal, es legítimo, y que si es legítimo, es moral”.
Maribel de la Marta, de la asociación Spei Mater, dedicada a la defensa de la vida y la dignidad humanas, planteó que esta “es una batalla espiritual”. “Dios es fuente de la vida, y con Él todo lo podemos, por eso esta batalla ya está vencida, pero necesitamos personas que colaboren”. De la Marta detalló los cuatro proyectos en marcha de su entidad: el Proyecto Raquel y Koumi, un nuevo proyecto para sanar heridas sexuales.
Por su parte, Mª Carmen Quijano, voluntaria de Red Madre, ofreció su testimonio acompañando a mujeres que se plantean el aborto. “No es cuestión de religión, sino de no ir contra natura; a cada madre le digo ‘ya eres madre, todo tu organismo está luchando por ti y por ese bebé que viene en camino’”, señalaba, y explicó que los motivos que le dan para abortar “nunca son el bebé que viene en camino”, sino externos. Frente a esto, ¿qué se puede hacer? “Lo que veo que da fruto es dar la vida: mi marido y yo tenemos 24 horas el teléfono abierto”.
Por último, Carmen Romero, profesora de Farmacología en el ya citado centro Salus Infirmorum, se refirió a otras tres tipologías de abortos en las que a menudo no se repara: la fecundación in vitro, la píldora del día después y lo que llamó “aborto casero”, producido farmacológicamente, “que nos va a llegar ya”.
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