"La inmensa mayoría de pacientes que requerirían cuidados paliativos al final de su vida no los reciben". Esta es la dura realidad que expone Fernando Carmona, médico especialista en Medicina Interna de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Puerta del Mar, máster en Cuidados Paliativos y Bioética, y miembro del grupo de trabajo Medicina y Final de la Vida del Colegio de Médicos de Cádiz.
Una realidad que, traducida en datos, supone que cada año mueren 80.000 españoles sin los cuidados que necesitan al final de la vida, según ha denunciado la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), que aboga por una ley que "homogenice la atención paliativa multidisciplinar en todo el país dentro del sistema público de salud y asegure que todas las personas con enfermedad avanzada y sus seres queridos reciban la atención que necesitan, independientemente del lugar donde vivan".
Pero esta petición no es solo de la SECPAL. Tanto colegios profesionales como otras sociedades científicas, asociaciones de pacientes y familiares, ONGs de voluntariado, la Iglesia Católica y desde muchos ámbitos de la sociedad llevan años solicitando una ley de cuidados paliativos que garantice un buen cuidado integral de la persona al final de su vida.
Pero ¿qué son los cuidados paliativos? Fernando Carmona explica que consisten en atender y acompañar a la persona (tanto al paciente como a su familia) en el trayecto final de su vida. Y esto se hace "en toda la dimensión de la persona, lo que implica que se atiende tanto la parte física y biológica, como en cualquier ámbito de la medicina, pero también, e incluso de forma más importante, las otras características del ser humano: la psicoemocional, la sociofamiliar y la espiritual–religiosa, porque la persona, al final de su vida, se cuestiona muchas cosas y también hay que atenderla en ese aspecto", argumenta.
Para eso, se requiere de un equipo multidisciplinar formado por médicos, enfermeras, celadores y auxiliares, pero también psicólogos, trabajadores sociales y algún profesional que realice la atención espiritual de acuerdo con las creencias de cada paciente.
Además de la atención profesional, Fernando Carmona sostiene que "cuidar a la persona que está enferma, que sufre y que está al final de la vida es tarea de todos; tienen que estar involucrado, por supuesto, los profesionales, pero también los propios pacientes, la familia, los vecinos, los amigos, los políticos y la sociedad en general".
De este convencimiento del doctor Carmona surgió la idea de crear el grupo de trabajo Medicina y Final de la Vida, cuyo ámbito de referencia es el Colegio de Médicos de Cádiz, que se ha marcado el objetivo de formar, informar y divulgar sobre todos aquellos aspectos relacionados con el final de la vida tanto a los profesionales como a estudiantes y a la sociedad en general.
Fernando Carmona alerta de que "la inmensa mayoría de pacientes que requerirían cuidados paliativos al final de su vida no los reciben". Y esto ocurre "porque no hay profesionales con formación y tiempo para hacer unos buenos cuidados paliativos", afirma refiriéndose a médicos y enfermeros, pero también a psicólogos y trabajadores sociales "que atiendan todas las dimensiones de la persona". Otros problemas que apunta este internista son que "no se da la oportunidad de recibir los cuidados paliativos, tanto en los hospitales como en centros sociosanitarios (residencias de ancianos) o en los domicilios; y no se invierte en ayudas para la dependencia, ayudas sociales y familiares".
Así, manifiesta que "si no se le ofrece a una persona al final de la vida todos los cuidados que realmente necesita, no puede elegir con libertad", haciendo referencia a la eutanasia, recientemente legalizada en nuestro país. En este sentido, expresa que "uno de los grandes errores que tiene la ley de la eutanasia es que no se ofrece realmente la verdad, porque se plantea esta ley sin haber ofrecido las alternativas reales que hay para tratar, cuidar y acompañar a las personas enfermas". Por eso, dice que "lo que urge realmente en este país es una buena ley de cuidados paliativos. Es lo que realmente demanda la población, con todos sus recursos y profesionales para asegurar esa atención plena a la persona en el final de su vida".
Insiste en que "la atención de las personas al final de la vida debe ser integral y plena. Estos pacientes requieren muchos cuidados de todo tipo: les hace falta una buena atención médica de cuidados paliativos; una buena ley de dependencia; una buena cobertura para las familias, para que puedan cuidar a los enfermos; voluntarios para atender a estas personas, porque hay mucha gente que está sola y vive sus últimos días en soledad, y hace falta voluntarios que los acompañen para que se sientan queridos; personas que atiendan las necesidades espirituales…, hacen falta tantas cosas… Pero si una persona tiene todo esto, nunca va a pedir acabar con su vida". Y lo dice basándose en su experiencia de casi 20 años trabajando en cuidados paliativos, donde se ha encontrado que "lo que piden los pacientes es un alivio al sufrimiento, no acabar con la vida". De este modo, asegura que en la unidad de la que él forma parte "lo que hacemos es dar vida al que va a morir y no acabamos con la vida del que está vivo; damos calidad al tiempo de vida que quede".
En este punto, quiere dejar claro que la sedación paliativa "no tiene nada que ver con la eutanasia". Cuando se aplica en cuidados paliativos, "lo único que se pretende es bajar el nivel de conciencia para aliviar un sufrimiento refractario (no controlado por otros medios) a una persona que está en situación de últimos días".
Fernando Carmona menciona algunas medidas necesarias para mejorar los cuidados paliativos en nuestro país, como "potenciar una ley de cuidados paliativos por parte de políticos y gobernantes; poner en marcha iniciativas como la del Colegio de Médicos de Cádiz para difundir, formar e informar sobre todos aquellos aspectos relacionados con el final de la vida; dar voz a los profesionales que atienden a los pacientes y familiares al final de la vida, así como a las asociaciones de pacientes y familiares; y ofrecer apoyo a las personas dependientes con enfermedades crónicas".
En definitiva, lo importante, según Fernando Carmona, es "que haya una cobertura universal de cuidados paliativos para todo el que lo necesite".
No hay comentarios:
Publicar un comentario