LUNES 5 DE AGOSTO. DÍA DE LA VIRGEN DE ÁFRICA, PATRONA DE CEUTA

Ceuta se hizo, un año más, tierra de María en su adveración de África. La tradicional Ofrenda floral, la celebración de la Santa Misa, presidida por el Obispo de Cádiz y Ceuta y la procesión de la Madre de los caballas marcaron el final de las fiestas en honor a la Alcaldesa perpetua de Ceuta. Unas fiestas que han vivido novedades en su celebración de este año como el cambio de hora de la Misa Solemne y el adelanto de la Procesión que ha facilitado la asistencia y el acompañamiento de los fieles ceutíes a su Madre y Patrona.

Las fiestas en honor a Santa María de África comenzaron el pasado 26 de julio con la Novena que predicó el joven sacerdote ceutí, Juan Ramón Rouco.  El momento álgido se vivió entre el fin de semana y el lunes 5 de agosto, Solemnidad de Nuestra Señora de África. El domingo por la tarde, las puertas del Santuario de África se convirtieron en retablo vivo para acoger la tradicional ofrenda floral que volvió a llenar de flores las plantas de la Madre De Dios, un acto que nos recuerda, como destacó el Obispo diocesano “que en nuestro caminar hacia el Señor tenemos una Madre y maestra que conoce este camino y que es nuestra guía en el sendero del Evangelio “.

Y MISA EN HONOR A LA PATRONA. La Solemne Misa Pontifical, presidida por Mons,. D. Rafael Zornoza Boy, en honor a Santa María de África tuvo lugar, por primera vez, a medio día. y dentro del santuario que se quedó pequeño para acoger a los caballas que acudieron a honrar a su Madre y patrona, muchos de los cuales siguieron la Eucaristía desde fuera del templo. El Obispo de Cádiz y Ceuta señaló como la presencia a los fieles era muestra del amor incondicional de los hijos a su Madre de África.

La querida imagen de Nuestra Señora de África recorrió las calles de Ceuta un año más, reuniendo a su paso a todos los fieles caballas en una procesión en la que participaron, además del Obispo y el Vicario General de Ceuta, los sacerdotes residentes en la ciudad, autoridades civiles y militares y cientos de personas que, un año más, honraron a su Madre de África demostrando que ella vive en el alma de su pueblo.

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