Nació en Asís (Italia) el año 1193 en el seno de una familia noble.
Cuando san Francisco se convirtió a Dios y empezó a predicar, Clara lo
escuchaba a gusto y se entrevistaba con él en secreto. La noche del Domingo de
Ramos de 1211 ó 1212, Clara abandonó la casa paterna y se consagró a Dios en la
Porciúncula en manos de Francisco. Acto seguido la acompañaron al monasterio de
benedictinas de San Pablo de Bastia, de donde pasó más tarde a la iglesia del
Santo Ángel de Panzo y luego a San Damián. Pronto la siguieron otras jóvenes, y
con ellas, bajo la guía de Francisco, se formó en San Damián, a las afueras de
Asís, la comunidad que se convertiría en la Orden de las Clarisas. Allí vivió
Clara encerrada, en pobreza, oración y caridad, más de cuarenta años, gran
parte de los cuales estuvo postrada en cama. Fue la madre y formadora, con su
ejemplo y su palabra, de una gran familia monástica, parte esencial del carisma
franciscano. La víspera de su muerte tuvo la alegría de ver aprobada por el
Papa su Regla propia. Murió en San Damián el 11 de agosto de 1253, y la
canonizó Alejandro IV el 15 de agosto de 1255.- Oración: Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza
evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza
de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
La Delegación Diocesana de Apostolado Seglar tiene como misión específica la promoción de la formación y del compromiso transformador de la realidad de los fieles laicos, así como el fomento de la comunión entre los movimientos, comunidades y asociaciones con presencia en la Diócesis.
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