La Conferencia Episcopal Española (CEE) critica duramente las legislaciones que «deconstruyen la familia, reducen la persona al individuo y dificultan el bien común» —aborto, eutanasia, matrimonio igualitario, divorcio, ley trans, ley de familias…—, y que considera «totalmente contrarias a la razón, a la naturaleza y a la vida».
Leyes que «se imponen a los gobiernos desde poderosos organismos financieros globales», recoge el documento titulado El Dios fiel mantiene su alianza, presentado este viernes en Madrid por el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, uno de sus muñidores.
El texto, de más de 100 páginas, toca una a una esas propuestas, desde las que llevan años en vigor, como el divorcio, a la ley de familias, todavía en proceso de tramitación. De la primera dicen lo siguiente: «La normalización del divorcio y su fácil tramitación expresa ya la pérdida del valor social de la alianza que supone el matrimonio y la nula defensa pública de este vínculo tan valioso para la convivencia social y el cuidado y la educación de los hijos».
Del aborto añade que los avances científicos permiten afirmar «con más contundencia que negar que existe una nueva vida en el seno de una mujer embarazada desde la concepción es irracional y afirmar que un supuesto derecho a decidir sobre el propio cuerpo, una falacia».
«No podemos hacer balance del pasado —recoge sobre la eutanasia—, pero sí expresar tristeza y pesar por esta ley y por cómo se ha llevado a cabo en plena pandemia. […] La eutanasia no es un derecho, sino la expresión triste de una derrota de lo más esencial del ser humano».
En el capítulo de leyes ya aprobadas también está el matrimonio entre personas del mismo sexo que, según los obispos, «devalúa la institución matrimonial». «Al llamar matrimonio a la relación entre dos personas que no pueden procrear, se quiere igualar lo que es objetivamente desigual. Se niega el significado de la diferencia sexual con el argumento de igualar en derechos a cualquier tipo de unión entre dos personas», añade.
El texto recoge la agenda legislativa más reciente del Gobierno de España. Cita la LOMLOE, «que avanza en la disminución del derecho de las familias decidir el modelo educativo para sus hijos», la reforma de la ley del aborto, que lo hace «más fácil» y restringe la objeción de conciencia, o la ley trans, que «consagra el sentimiento como categoría jurídica».
Prima el sentimiento y la autodeterminación
Con las leyes y propuestas culturales como el individualismo, la ideología de género, el emotivismo o la ausencia de Dios, el documento constata que «emerge una concepción de la persona en la que priman el sentimiento y la autodeterminación de la realidad corporal». «Los deseos se transforman en derechos, la naturaleza y los animales quieren ser protegidos en rivalidad con los humanos y en el horizonte se vislumbra una propuesta poshumana que pone en cuestión la dignidad sagrada», añade.
En el análisis que llevan a cabo los obispos —y en el que ha participado Cáritas, la Universidad Pontificia Comillas y la Universidad Francisco de Vitoria, además de las comisiones episcopales de Laicos, Familia y Vida y Pastoral Social— también se apuntan causas sociales y económicas que dificultan la fundación de una familia y tener hijos. En este sentido, se critica la escasa inversión del Estado en políticas familiares.
Y hace autocrítica, pues el retroceso de la familia cristiana también tiene que ver con la secularización interna o las carencias en la iniciación cristiana y la educación afectivo-sexual, la falta de acompañamiento de situaciones incompletas o irregulares o la ausencia de compromiso público de los católicos.
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