La parroquia isleña de Nuestra Señora de la Oliva ha concluido la primera fase de las obras de restauración y ampliación del complejo parroquial, con la colocación de un nuevo techo. Las cubiertas sustituidas eran de fibrocemento, con contenido de amianto, material cuyo empleo está hoy prohibido, y que se encontraba en unas condiciones de gran deterioro. Estas placas han sido retiradas por completo, cumpliendo para ello con las medidas de seguridad y control que prescribe la actual legislación.
El material de cubrición elegido ahora es un panel tipo “sándwich”, con imitación de teja al exterior e imitación de madera por dentro, dando calidez visual al interior del templo, a la vez que proporciona un verdadero aislamiento térmico e impermeabilización a la lluvia.
De esta manera, se da por concluida la primera fase de las obras previstas en esta parroquia. Su párroco, Manuel Gómez, ha manifestado que «continuaremos con fe y alegría, poniendo la mirada en la segunda fase, el proyecto de ampliación del complejo parroquial».
Durante los meses de agosto y septiembre la Parroquia Nuestra Señora de la Oliva ha permanecido cerrada para acometer esta primera fase de un gran proyecto que pretende la edificación de un complejo parroquial y la sustitución de la cubierta. Es por ello que durante estos meses la celebración de la Eucaristía se ha venido celebrando en la Asociación de Vecinos “Distrito Sur” de San Fernando, a la que la comunidad parroquial está muy agradecida.
Desde la comunidad parroquial se da las gracias al Obispado por las gestiones realizadas y a todas aquellas personas que han colaborado y siguen colaborando en la rehabilitación de la parroquia.
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