¿Hay algún acto de fe en el mundo más potente que traer a él una nueva vida?», se preguntaba a modo retórico el profesor Elio Gallego durante la primera sesión del curso de las Jornadas Permanentes sobre la Familia, organizadas por el Instituto CEU de la Familia. Gallego citó a la filósofa Hannah Arendt y habló de la natalidad como «el milagro que salva el mundo», y confiere a los asuntos humanos «fe y esperanza».
El catedrático de Teoría y Filosofía del Derecho en la Universidad CEU San Pablo abordó este miércoles el tema ‘La familia: fundamento de la libertad’, con una ponencia que abrió un ciclo de jornadas que lleva por título ‘La familia: heredera y transmisora’. El lema se alinea con el tema nacional de este año de la Asociación Católica de Propagandistas, «Proponemos la fe, transmitimos un legado».
Gallego defendió la libertad como la capacidad de optar por lo bueno, y lamentó que sea una concepción con poco predicamento hoy en día, porque –señaló– «la energía para ver, reconocer y asumir el punto verdadero para no extraviarnos tiene una forma que nos espanta: la del sacrificio». Así, el ponente lamentó que la sociedad actual, tal vez por haber rechazado lo sagrado, «huye del sacrificio».
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