Con motivo del Día de la Caridad, ayer domingo 14 de junio, fiesta del Corpus Christi, Cáritas Española lanza una convocatoria. Bajo el lema “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta”, la campaña de este año tiene un sentido diferente y especial, marcado inevitablemente por los profundos efectos sociales, sanitarios y económicos del coronavirus. Esta pandemia mundial está suponiendo un auténtico reto organizativo para la Confederación Cáritas dentro y fuera de España, que se ha volcado en prestar acompañamiento de emergencia a cientos de personas en grave situación de precariedad.
Gestos de solidaridad que brotan ante tanta fragilidad
La Covid-19 nos ha obligado, como se explica en los materiales editados por Cáritas con motivo del Día de Caridad “a disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable hace tan sólo unos meses” y “los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de nuestras emociones nos han desbordado”. Además, “la enfermedad, la muerte de nuestros seres queridos y el aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo o a los ERTES”. Como consecuencia de todos ello “emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas”.
A pesar de estas incertidumbres, en medio de esta fragilidad se están viendo “brotar miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que nace del corazón de forma libre y desinteresada, sin esperar nada a cambio”. La experiencia vital de estos meses “nos ha hecho reaccionar ante el sufrimiento y el dolor compartido, nos ha empujado a rescatar nuestro sentido de identidad y pertenencia y nos ha posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos identifica como seres vivos: la protección y defensa de la vida”.
Una nueva forma de estar en el mundo
Como señala Eva San Martín, coordinadora de la campaña institucional de Cáritas, esta Semana de la Caridad en plena pandemia “debe servirnos para reforzar el reto que como Iglesia y como comunidad cristiana tenemos de acompañar y cuidar la fragilidad, y cultivar la solidaridad emergente ante el coronavirus, para que no se quede sólo en una reacción ante la amenaza compartida, sino en una forma nueva de ser y estar en el mundo”.
La celebración este año del Día de la Caridad adquiere una nueva dimensión, sobre la que Cáritas quiere poner el foco, que viene dada por los grandes retos que se abren ante nosotros y que no podemos abordar solos, ni como individuos ni como organizaciones de forma unilateral. Es necesario dibujar en común nuevos escenarios de vida y de posibilidades para todos, y generar nuevos espacios de encuentro para sanar juntos.
Esta es la clave del lema de este año: el poder que tiene cada persona y de lo que cuenta cada gesto. Y es el objetivo hacia el que se dirige la invitación que Cáritas lanza a crear comunidades inclusivas y espacios de acogida, donde cada uno se puede sentir como en su casa, formadas por personas que realizan gestos sencillos, cotidianos, gratuitos, cargados de amor y de esperanza, capaces de reconstruir la vida.
Ser activistas
La propuesta que se lanza es a hacerse “activista del Reino”. Una forma de activismo entendido como la disponibilidad a “participar activamente en una causa, a pensar en los demás más allá de lo propio, en hacer del bien común una causa propia”.
La Semana de la Caridad es un espacio para la acción, para salir al encuentro y dar testimonio. Y aunque en esta ocasión, no será posible realizar gestos en los que participen muchas personas reunidas, sí podemos hacernos “activistas de la caridad”, es decir, personas “que tomamos partido y nos comprometemos a realizar gestos sencillos que reflejen el amor por la vida y nuestro compromiso con las personas que están viviendo situaciones de fragilidad”.
¿Qué puedes hacer?
Cáritas lanza una serie de gestos sencillos, personales, que ayuden a celebrar en esa clave “activista” esta Semana de la Caridad:
1.Busca en tu interior: haz silencio, respira hondo, ora, medita y conéctate con el mundo, nuestra casa común.
2. Cuida el planeta: eres parte del cambio. Reduce tu consumo, no abuses de los recursos y cuida todo lo que te rodea.
3. Comparte tu viaje, el camino cotidiano de tu vida con los demás. Conversa, sonríe, ayuda, agradece y bendice a las personas que se cruzan en tu vida.
4. Cultiva la compasión. Contempla lo que están viviendo otras personas en otros países y cerca de ti: guerras, hambre, violencia, pobreza, dolor, el deterioro de la tierra… acógelo en tu corazón.
5. ¡Enrédate! Seguro que puedes hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio. Y si tienes posibilidad de comprometerte en algún voluntariado, es el momento de dar el paso.
6. Participa, hay mucho por hacer. Hazte activista de la caridad, involúcrate, siembra gestos concretos de esperanza, justicia y fraternidad.
7. Revisa tu estilo de vida. Elige una vida más sobria y sencilla. Entre todos podemos hacer que la vida en común sea más sostenible, solidaria, saludable y espiritual, en armonía con el Creador y todas sus criaturas.
8. Súmate con un gesto a esta corriente de esperanza. Del 8 al 14 junio, cuelga tu foto con este mensaje en el perfil de tu Cáritas en redes sociales y también en tu perfil personal en. Juntos sumamos más.
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