Sin Isabel la Católica probablemente no habría habido España, y la Península Ibérica podría haber quedado troceada durante muchos siglos en pequeños reinos en guerra. Quizá el Imperio Otomano habría ocupado media Europa sin una España fuerte, y Granada, aún musulmana, habría sido su puerta para España. El Mediterráneo sería un mar musulmán. No se habría descubierto América, o lo habría hecho una potencia depredadora sin ningún interés civilizatorio o evangelizador.
Muchos pueden defender que no sólo es la española más influyente de la historia, sino quizá la mujer más influyente de la humanidad, después de la Virgen María.
Una campaña en marquesinas
Ahora, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) lanza una campaña con marquesinas en 45 ciudades españolas, con un vídeo y un lema: "No nos hablan de ella en el cole, pero deberían".
La asociación católica lo hace en el marco del Día Internacional de la Mujer, proponiendo a esta política, esposa, madre, cristiana y gobernante como "modelo de mujer, también para el siglo XXI".
Isabel la Católica es, para la Iglesia, Sierva de Dios: está abierta su causa de canonización. Algunos sectores querrían bloquearla, pero con el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, se abre una nueva etapa para promover su causa.
Argüello relanzó la Comisión de la Causa de Beatificación de Isabel la Católica en 2023, un tiempo después de ser nombrado arzobispo. La semana pasada, Argüello viajó a Roma con un grupo de peregrinos y confirmó que la causa sigue en pie por parte del Vaticano.
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