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jueves, 16 de abril de 2020

#GraciasSacerdotes AGRADECER LA LABOR SILENCIOSA DE LOS SACERDOTES


El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha enviado una carta al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la que agradece “en nombre de los vecinos” de la ciudad la labor que están realizando Cáritas Diocesana de Madrid y los sacerdotes “en medio de esta enorme crisis que está poniendo a prueba los recursos humanos, materiales y morales de la sociedad madrileña”.
El alcalde asegura que el “apoyo a las personas más vulnerables a través de las parroquias está siendo extraordinario”.
“Si en condiciones normales la labor benéfica de la Iglesia, de los donantes y de los voluntarios de Cáritas en favor de las familias vulnerables y de los más desfavorecidos es un pilar en nuestra ciudad, en estos difíciles momentos su tarea es sencillamente insustituible”, asevera. 
También valora, de forma especial en estos días, “la silenciosa y heroica labor de los sacerdotes”, que “llevan los sacramentos y el consuelo espiritual a los enfermos del COVID-19 y sus familiares cuando así lo solicitan”, y “dicen el último adiós, muchas veces en nombre de los familiares y amigos que no pueden asistir, a sus seres queridos”.

 #GraciasSacerdotes  Por otra parte, el padre Miguel Garrigós, desde su destino pastoral en Toledo, nos propone que cada persona suba a sus redes sociales (Twitter, Instagram, Facebook) o a su estado de whatsapp un mensaje que empiece por #GraciasSacerdotes  y añada lo que crea conveniente.
Necesitamos moverlo por todas partes para que tenga un gran impacto social. La Iglesia no está ausente. Hoy más que nunca está demostrando donde está su sitio: con los más necesitados. Te pido tu ayuda. Difunde este mensaje a todos aquellos que sepas que lo acogerán con buena voluntad. Tanto si les parece bien como si no... sólo con leerlo hay que pedir que Dios se lo pague y deje hacer en los corazones. ¡El Señor te bendiga! Un abrazo enorme en Cristo Resucitado Rey del Universo Él confía en mí, yo confío en tí y todos en Dios. Que de los grandes males saca grandes bienes para que pongamos la Luz encima del celemín y no se quede, como algunos desean, debajo de la mesa. Hay que conseguir que la Luz de Cristo, la Caridad del Amor Fraterno, resplandezca y alumbre a todos los de la casa y a los que caminan fuera a la intemperie y en la oscuridad de la noche para que cuantos lo deseen y necesiten obtengan consuelo..

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