Creo que los seres humanos tenemos la creatividad suficiente para convertir las posibles terribles circunstancias en oportunidades. No sé vosotros pero en nuestro caso, estamos viviendo la Semana Santa de una forma muy especial, quizás con más interioridad, intensidad y silencio... como nunca en la vida.
Hay tiempo para todo: para seleccionar y escuchar los mensajes de whatsapp que nos dan paz o nos sacan una sonrisa, para asistir a los oficios religiosos de Roma presididos por el Papa, pero después a los de nuestra parroquia con nuestros párrocos y canciones conocidas; pasando por las noticias de cómo va el coronavirus, así como también disfrutar de las maravillosas marchas e imágenes editadas de la Semana Santa 2020 "que no pudo ser" (SAETA)... ya les digo inolvidable... única en nuestras vidas.
Por ello damos gracias a Dios. Lo ritual, lo tradicional, la procesión, lo externo... "hoy va por dentro". El eterno misterio de Dios, la vivencia única, sincera, personal y, quizás, muy en humilde silencio, de la presencia de Jesucristo en nuestras vidas. Si hay un día en silencio, es hoy para todo el pueblo cristiano. Un silencio orante. No lo desaprovechemos.
Vimos el maravilloso Via Crucis desde Roma:
La reflexión de nuestro Obispo:
Pero también los oficios de nuestra parroquia, la Iglesia San José de San Fernando:
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