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sábado, 27 de agosto de 2022

HOY SE CELEBRA SANTA MÓNICA. ¿Tus hijos no creen? El ejemplo de Santa Mónica



Santa Mónica, cuya festividad se celebra hoy 27 de agosto, es un ejemplo de súplica incesante por la conversión de los hijos que están intentando replicar numerosos grupos de oración. Y es que la vida de esta santa nos demuestra que la oración de una madre es poderosa. Descubre su historia.

SANTA MÓNICA. Nació en Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana. Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas lágrimas y oró insistentemente a Dios. Fue un modelo de madre y de esposa; alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de manos de san Ambrosio. Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.

Como hemos referido, la oración de Santa Mónica logró la conversión de su hijo San Agustín y ganó así para la Iglesia a uno de sus mayores santos y una de las personalidades más influyentes de su bimilenaria historia. Hoy las madres siguen rezando incansablemente por sus hijos, y algunas lo hacen de forma coordinada, como La Oración de las Madres [Mothers Prayers] (pincha aquí para contactar en España) o las madres-Mónica. A estas últimas ha consagrado un libro el padre Manuel Morales"Tus hijos volverán" (Ciudad Nueva). El prólogo de la obra es de nuestra colaboradora Carmen Castiella (pincha aquí para leerlo).
Sacerdote agustino de 83 años, el padre Morales, que reside actualmente en la parroquia de San Agustín de Cádiz, ha ejercido el ministerio en colegios, residencias universitarias, seminarios y parroquias. Además atesora una larga experiencia en la animación de retiros y encuentros de formación espiritual para jóvenes, novios, familias, religiosos y religiosas en España, Italia, Portugal, Polonia, Brasil y varios países de Hispanoamérica.
La experiencia de decenas de madres que rezan por sus hijos y han consultado con él está en los orígenes de "Tus hijos volverán".
-¿Dios escucha de manera especial a las madres?
-En relación a la suya, su Madre, la Virgen, no hay duda ninguna. Bastaría recordar la escena de las bodas de Caná: “Le dice a Jesús su madre: Que no tienen vino. Jesús le responde: no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga”. Asunto resuelto. Si alguien duda de esta “influencia” materna, que visite por el mundo cualquier santuario mariano. Lo comprobará con sus propios ojos.
-Son perseverantes...
-Da la impresión que las madres no se recatan de ser “pesadas” con Dios. En este libro puedes encontrar la manera de orar de una madre, muy acorde, por cierto, con la parábola del evangelio: “Te ganaré por cansancio a fuerza de pedirte”.
-¿Es una idea esencial en su libro?
-Lo dice el título. La respuesta de Dios a las lágrimas de Raquel es: “Tus hijos volverán”. Como “la gran matriarca de su tribu”, Raquel, madre, es quien expresa el gran dolor del exilio de los hijos de ese pueblo. ¿Un amor así, de madre dolorida, no llegará “especialmente” al corazón de Dios? ¿No recuerdan esas lágrimas los “gemidos” del Espíritu, que dice San Pablo?

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