El grupo ha sido un pilar de apoyo para las personas más vulnerables, y su misión no solo se centra en el cuidado físico, sino también en brindar un acompañamiento emocional y espiritual que fortalece a quienes atraviesan momentos difíciles. Durante años, estos voluntarios han dedicado su tiempo y esfuerzo hacia los más necesitados de esta asistencia pastoral, ofreciendo consuelo. Su dedicación ha sido fundamental para muchas familias proporcionando un soporte esencial en situaciones de enfermedad, soledad y otras circunstancias adversas.
La propuesta en sí, ha venido de la mano de AHÍNCO (Asociación de Integración conileña a las personas con discapacidad). María del Carmen Martín, miembro de la Pastoral de la Salud de la parroquia, será la encargada de recibir el reconocimiento, y los acompañará Fernando Carmona, delegado diocesano de Pastoral de la Salud. El párroco, el p. Yelman Bustamante, por su parte da las gracias a Dios porque la atención espiritual a los mayores y enfermos, se ve reconocido, especialmente en estos tiempos difíciles y da las gracias a cada uno de los miembros del grupo.
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