¿POR QUÉ existe el sufrimiento? ¿Cuál es el sentido del amor, de la libertad o de la muerte? ¿Para qué vivimos? Estas son algunas de las grandes preguntas que el ser humano se ha planteado desde hace miles de años. La Universidad Francisco de Vitoria lleva en su ADN la búsqueda de la verdad, el bien y la belleza, pero además ha querido ir un paso más allá. Y así surgió el Instituto John Henry Newman, cuyo objetivo es ayudar a que su comunidad universitaria se haga estas grandes preguntas y se ponga en camino para hallar la respuesta.
Frontera entre fe y razón
“El ámbito del Instituto John Henry Newman es la frontera entre la razón y la fe, mostrar que la razón, cuando se emplea a fondo, lleva a los límites que sólo la fe puede resolver”, explican a Misión el padre Florencio Sánchez, LC, y Rocío Solís, director y coordinadora, respectivamente, de este Instituto.
La labor del instituto –señalan– consiste en “ayudar a elevar estas grandes preguntas a categoría universitaria y en aprender a formularlas para iluminar con más atino las respuestas”.
Las dos principales actividades que realizan son el Café Newman y el Seminario El Sentido Busca al Hombre. En los Cafés, plantean una pregunta existencial y anuncian esta actividad con acciones provocadoras de modo que despierten la pregunta y la reflexión. Ya en el Café, durante quince minutos se desgrana el significado profundo de la pregunta. “Después se abre un diálogo entre aquellos que quieran decir algo. Dura una hora, pero nunca se ha agotado el tema, y el auditorio sale con más ganas de buscar la respuesta en sus clases, sus ciencias, sus -profesores…”, cuentan los responsables. Posteriormente, el Instituto Newman los invita al MiniCurso, una jornada en la que el ponente del Café profundiza en la respuesta a la pregunta que se había planteado.
“Muchos salen un poco más vivos, con el gusto por lo que estudian y por lo que les sucede”
Una ayuda para avanzar
El Seminario Busca al Hombre es un recorrido sobre “la credibilidad y razonabilidad del cristianismo”, pues si es realmente auténtico “tiene que poder verificarse en sus fuentes históricas, más aún, tiene que ‘funcionar’ en mi vida, debe ser real para mí”, explican los organizadores. Este proyecto tiene varios formatos: un seminario presencial, que se lleva a cabo varias veces al año, abierto a personas de dentro y fuera de la universidad, y una página web con información y material.
¿Qué beneficios obtienen los alumnos y todos aquellos que acuden a estas actividades? “Muchos salen un poco más vivos, es decir, con el gusto por lo que estudian y por lo que les sucede. La idea es que la pregunta y la posibilidad de respuesta a las cosas que más nos importan en la vida nos hagan ponernos en camino”.
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