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lunes, 6 de marzo de 2023

Ante la resolución del Tribunal Constitucional: Si el no nacido no tiene derecho a vivir, nadie lo tenemos

En esto ha quedado el Estado de Derecho, en esto ha quedado el supuesto “imperio de la ley”, en esto han quedado nuestros supuestos derechos humanos, en que por el interés económico de unos y el ideológico de otros, por la ceguera de muchos y la indiferencia de casi todos, el derecho a matar ha quedado consagrado por el Tribunal Constitucional. Además, esta articulada de tal forma que cualquier ley que derogue la ley del aborto, será inconstitucional, puesto que se considerará jurisprudencia consolidada

Que un niño no nacido es un ser humano es evidente, tan evidente como lo es que cuando una mujer se queda embarazada lo está de un hijo y que cuando aborta pierde un hijo. Pero la historia ya nos ha demostrado que a pesar de la evidencia de la razón, de la ciencia y de los mismos sentidos, la ideología puede hacer que neguemos la realidad: se les negó la humanidad a los esclavos, se les negó la humanidad a las llamadas “razas inferiores” y ahora se les niega la humanidad a las personas antes de nacer. Pero no nos engañemos, esta pendiente es muy resbaladiza, si podemos matar a una persona antes de nacer, ¿por qué no después? La eutanasia así lo demuestra, se empieza matando niños y se termina asesinando ancianos y enfermos, primero terminales, luego crónicos, luego enfermos mentales y discapacitados y más tarde a todo aquel al que Estado considere “descartable” por cualquier otra razón.

La Iglesia siempre ha defendido la vida y la dignidad de la persona. Cada persona tiene una dignidad inviolable, es un alguien, elegido y amado por Dios desde la eternidad, imagen de Dios mismo y la vida humana es siempre un bien sagrado.

Esta defensa de la vida implica por una parte ser testigos de la Verdad, proclamar la Verdad, aunque esto nos lleve a la persecución o hasta el martirio, hay que obedecer a Dios antes que los hombres.

Pero también implica por otra parte, tender la mano y acoger a todas las personas que por circunstancias diversas se ven tentadas de abortar, a todas aquellas que han recurrido al aborto y a todas aquellas engañadas y destruidas por esta cultura de mentira y de destrucción.

En Estados Unidos la terrible sentencia de Roe vs Wade, que ha supuesto la muerte de millones de personas ha sido anulada y en cada vez más estados el aborto ya no es legal. No me cabe duda ninguna de que en España llegará el momento en que todas estas leyes antivida serán abolidas.

Mientras tanto, en Spei Mater como asociación de la Iglesia, no nos cansaremos de defender la vida desde su concepción hasta su muerte natural y de acoger a todas las victimas de la cultura de la muerte. No nos cansaremos de anunciar el Evangelio de la Vida y de la Misericordia.

María José Mansilla Presidenta de Spei Mater


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