El sábado 4 de junio el Colegio de María Auxiliadora de Cádiz acogerá la asamblea de clausura de la fase diocesana de los trabajos preparatorios del próximo Sínodo de los Obispos, convocado por el Papa Francisco, bajo el lema Por una Iglesia sinodal: participación, comunión y misión.
El obispo diocesano invita a todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, consagrados y laicos pertenecientes a los consejos parroquiales, y a las asociaciones y movimientos laicales de nuestra diócesis a participar en este encuentro en el que se presentarán los datos de participación, la síntesis de las aportaciones recibidas, y se subrayarán algunas líneas pastorales que iluminen el desarrollo de nuestro programa pastoral diocesano.
La asamblea que dará comienzo a las 10.00 horas y concluirá antes del almuerzo con la celebración de la Eucaristía, está abierta a cuantos diocesanos deseen asistir. De modo particular se anima a la participación de los párrocos, de sus colaboradores más estrechos y de quienes han participado en los trabajos preparatorios del Sínodo.
El Sínodo, que se inició el 10 de octubre de 2021 en Roma y el 17 de octubre en cada una de las diócesis, concluye en este momento su fase diocesana. La Secretaría General de Sínodo publicó un documento preparatorio y un Vademécum con orientaciones para realizar la consulta en cada Iglesia particular, dejando plena libertad a cada diócesis para que hiciera las adaptaciones que considerara oportunas. En nuestra diócesis, se prepararon cuatro temas, que han ayudado a formarnos, dialogar y discernir sobre la vivencia de la sinodalidad en nuestra Iglesia diocesana. Esos temas no sólo han sido trabajados por los órganos de participación existentes en la Iglesia particular (Consejo del Presbiterio, Consejo de Pastoral Diocesano, Colegio de Arciprestes y Consejos Parroquiales) sino también por los grupos de sacerdotes, diáconos, religiosos, consagrados y laicos.
Así, los objetivos del Sínodo son: favorecer en la diócesis un amplio proceso de consulta, en el que pueda participar todo el Pueblo de Dios, es decir, todos los bautizados sin exclusión: obispo, sacerdotes, consagrados y fieles laicos. Abarcar también a quienes se encuentren en situaciones marginales. Se trata de vivir un proceso eclesial participado e integrador, para que también puedan expresarse y ser escuchados. Al mismo tiempo, se pretende apreciar y aprovechar la riqueza y la variedad de los dones y de los carismas que el Espíritu distribuye libremente, para el bien de la comunidad y en favor de toda la familia humana. Y elaborar una síntesis de este trabajo de escucha y discernimiento. Ahora bien, la finalidad del Sínodo, y por lo tanto de esta consulta, no es producir documentos, sino como indicó el Papa Francisco en el Sínodo de los jóvenes “hacer que germinen sueños y florezcan esperanzas”.
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