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El 23 Congreso Católicos y Vida Pública, que anualmente organiza la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, ha concluido con una llamada a “ejercer la fascinante defensa de la Verdad, de la Bondad y de la Belleza”. Un encuentro en el que se ha abordado la ‘Corrección política: libertades en peligro’, cuyo documento final hace hincapié en “los perjuicios, especialmente sangrantes en materia de defensa de la vida -aborto y eutanasia- y de defensa de la familia, que han de ser consideradas cuestiones prioritarias”.
Un Congreso en el que se ha hecho defensa del humanismo cristiano, que “está en la raíz de la tradición occidental y que parte de una correcta visión antropológica del individuo y de la sociedad”; y en el que se ha aportado una visión de la sociedad y de la política “abierta a la trascendencia y que tiene como referente último a Dios”. En este sentido, como también refleja el manifiesto de este encuentro, para evitar la abolición de lo humano, así como su dignidad, su libertad y su desarrollo moral, se debe “combatir la abolición de Dios que viene promulgando el secularismo y que está en la raíz de la corrección política”.
Esta última jornada ha contado con la intervención del periodista Bieito Rubido, director del diario El Debate, quien ha aseverado que “no hay nada más libre, auténtico y democrático que llamar a las cosas por su nombre”; y ha reivindicado “la necesidad de respetar el lenguaje, sin el uso de eufemismos para enmascarar la verdad”. En esta línea, Rubido ha apuntado que “la izquierda política abandona las auténticas necesidades de la sociedad española y se enzarza en temas estériles como el neolenguaje”. “Esta ingeniería semántica es una forma de censura difusa o de tolerancia represiva”, ha señalado; y ha concluido subrayando que “sin discurso libre no hay verdadero pensamiento”.
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