"Dios ha creado el mundo para que nosotros estuviésemos juntos. “Sinodalidad” es el nombre eclesial de esta conciencia"
"Para seguir a Jesús en este camino que Él ha elegido no sirven poderosos protectores, compromisos mundanos o estrategias emocionales. La evangelización es obra de Dios y, si a veces pasa a través de nuestras personas, es por los vínculos que hace posible"
"Es el camino de las bienaventuranzas, un itinerario que recorremos juntos, en continua tensión entre el “ya” y el “todavía no”, hambrientos y sedientos de justicia, pobres de espíritu, misericordiosos, mansos, puros de corazón, que trabajan por la paz"
"Esta Plaza de San Pedro, que es como un abrazo abierto y acogedor, expresa magníficamente la comunión de la Iglesia, experimentada por cada uno de ustedes en las distintas experiencias asociativas y comunitarias, muchas de las cuales representan frutos del Concilio Vaticano II"
"En un mundo quebrantado y sin paz el Espíritu Santo nos educa a caminar juntos. La tierra descasará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos"
"Dios ha creado el mundo para que nosotros estuviésemos juntos. 'Sinodalidad' es el nombre eclesial de esta conciencia". En una multitudinaria Vigilia de Pentecostés, en pleno Jubileo de los Nuevos Movimientos en la plaza de San Pedro, León XIV lanzó el modelo de evangelización de la Iglesia del futuro, que pasa por la sinodalidad y la conciencia, en sintonía con Laudato Si y el Concilio, de que nadie se salva solo.
"Esta Plaza de San Pedro, que es como un abrazo abierto y acogedor, expresa magníficamente la comunión de la Iglesia, experimentada por cada uno de ustedes en las distintas experiencias asociativas y comunitarias, muchas de las cuales representan frutos del Concilio Vaticano II", trazó Prevost en su homilía, en la que recordó al Espíritu como "protagonista silencioso" de la misión.
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