A través de círculos de confianza, abiertos a personas mayores de la parroquia, o a personas que las cuiden, promueve un ejercicio espiritual de reflexión y puesta en común sobre cómo la experiencia de vida y fe se entrelazan en la tercera edad.
De forma progresiva, las sesiones organizadas por el secretariado diocesano de Personas Mayores, permiten profundizar y compartir las dificultades y riquezas que llegan con la edad. Los miedos, los sueños y, finalmente, la perspectiva que con la madurez se alcanza sobre la propia trayectoria de la existencia y sobre la presencia de Dios interactuando en ella, dándonos fuerza en la fragilidad.
En un ambiente amistoso de cercanía, el taller concluyó celebrando la vivencia pastoral y agradeciendo al Espíritu Santo la experiencia compartida.
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